El cuerpo de la víctima fue encontrado carbonizado en un 70%.
Fuente: Red Uno
El Juzgado Primero de Instrucción en lo Penal determinó sentenciar a 30 años de cárcel sin derecho a indulto a Gissel Beltrán, la joven que la noche del lunes mató y quemó el cuerpo de su padre en su domicilio ubicado en el barrio Bibosi de Santa Cruz.
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La acusada de 18 años aceptó someterse a un procedimiento abreviado y fue cautelada la tarde de este miércoles por el delito de parricidio. Cumplirá su sentencia en el penal de máxima seguridad de Palmasola.
Según informó el comandante Departamental de la Policía de Santa Cruz, coronel Erick Holguín, la joven decidió acabar con la vida de su padre utilizando un arma punzo cortante y una piedra.
Ella fue sorprendida por su progenitor en compañía de su enamorado manteniendo relaciones sexuales. Lo que provocó al hombre a realizar una serie de reclamos y supuestamente habría agredido a su hija con un cinturón.
En respuesta, la mujer fue a buscar a la cocina un cuchillo y atacó a su padre, realizándole tres heridas punzocortantes a la altura del cuello.
“Posteriormente la víctima se retiró del cuarto con la intención de pedir auxilio, salió al patio, donde debido a sus heridas se desvanece. En ese momento la hija, al ver que su padre todavía estaba con vida, alzó una piedra con la que procedió a lesionar el cráneo de su progenitor”, mencionó el coronel Holguín. Al hacer el levantamiento, se evidenció que había fracturas a la altura de la frente.