El presidente Luis Arce afirmó este lunes que la “antipatria” en el país tiene una “careta democrática” con la que se busca dar un “golpe blando” a su gestión o generar un acortamiento de su periodo presidencial.

“La antipatria se demuestra con careta democrática, escondiendo sus fines abiertos de atentar el orden constitucional mediante planes siniestros que procuran a un corte blando o un acortamiento de mandato”, dijo en el acto en conmemoración por los 215 años de creación del Regimiento de Infantería 1 Colorados de Bolivia, en la Paz.

El Mandatario advirtió nuevamente de “amenazas internas y externas” que suponen un riesgo para la democracia en el país, al territorio y a la soberanía.

Luis Arce

“Hoy, estas formas adoptan formas híbridas e irrestrictas de ataque contra el Estado Plurinacional. Intenta detener la participación del pueblo en la conducción del Gobierno y frustrar los avances del proceso de incorporación de valor agregado a nuestras materias primas”, señaló Arce.

Por otra parte, destacó la “valerosa tarea” de los colorados de Bolivia en la historia del país y en los procesos democráticos. “No tengo duda alguna que los Colorados de Bolivia actuarán a la altura del tradicional amor a Bolivia”.

Arce viene denunciando, desde hace tiempo, un supuesto intento de acortar su mandato. Atribuyó ello a la derecha tradicional y la nueva derecha —como llama a la facción del Movimiento Al Socialismo (MAS) liderada por Evo Morales— de buscar “hacerse del poder”.

“El nuevo teatro de operaciones se libra en la mente del pueblo. La guerra se libra sembrando zozobra y especulación, cambiando la historia, solo podemos vencer si estamos unidos pueblo y Fuerzas Armadas (FFAA)”, sostuvo el mandatario.

«Golpe blando»

Las declaraciones del jefe de Estado coinciden con sus constantes advertencias de un supuesto “boicot” a su gestión, propiciada por la facción evista del MAS y el bloque de oposición, de cuyos miembros advirtió “acuerdos oscuros” para ese fin.

En su justificación, el jefe de Estado fustigó las “trabas” que ponen los miembros de esos bloques, en las cámaras de Diputados y Senadores, a la aprobación de normas de diferentes ámbitos. Uno de los reclamos más fuertes tiene que ver con los ocho créditos “que están durmiendo” en la Cámara Alta. Se trata de proyectos de ley que fueron aprobados en la Cámara de Diputados y que no fueron sancionados por la de Senadores. Todos ellos están destinados a infraestructura, salud, electrificación y preinversión, por un total de $us 645,42 millones.

El principal problema, desde febrero de este año, es la condición de la oposición y del mismo bloque evista del MAS de, primero, abordar los proyectos de ley 073 y 075. Con estas dos normas se busca definir la situación de los magistrados y consejeros electos en 2017.