La democracia te convoca a opinar, participar y proponer

La sociedad en sus diferentes extractos sociales ha encontrado en las redes sociales su espacio de libertades. Libertad para opinar, denunciar, informar, indignarse, expresarse, mostrarse e incluso participar. Y lo hace uso con imaginación, furia, humor y con un grito de decirle al poder que “aquí estoy, yo cuento, quiero que se me escuche”.

Cuántos casos y hechos se han registrado en las redes sociales, a los cuales la gente respondió de forma inmediata rechazando, cuestionando, criticando esas acciones en las que un policía, un diputado, un ministro, un dirigente, un alcalde o cualquier otro degustando del poder pasajero estuvo involucrado, para luego rectificar o anular esas medidas o acciones.



Solo para ilustrar dos casos dan clara muestra de ello: la indignación generalizada de la detención de un humorista por el solo hecho de vestir el uniforme policial, pero su intervención era de alto contenido político, denunciando el antro de corrupción en el que se encuentra el organismo policial, encargado de darnos seguridad  a los ciudadanos. La derogación del decreto sobre derechos reales, que lo puso en aprietos al gobierno de Luis Arce, quien nervioso estampó su firma para anular este decreto, que empezaba a movilizar a todo un país.

Sin duda, la ciudadanía va haciendo política de este modo, es una forma de participar en la democracia, de ser hombres y mujeres de la democracia con capacidad de reaccionar, de enojarse, de indignarse y no quedarse callados y con los brazos cruzados ante tamaña agresión a la dignidad del ser humano, que nos viene conduciendo el poder en todas sus dimensiones. El poeta inglés John Donne decía: Antes muerto que mudado. Si era un hombre que nunca se calló ante las injusticias, atropellos y golpes que propinaban en su época los gobernantes.

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En Bolivia las redes sociales son espacios democráticos, que le dan libertades a la expresión del  ciudadano, las cuales deben ser mejor aprovechadas, además que se han convertido en nuevos protagonistas del accionar de la política. Hoy vemos a muchos diputados, ministros, concejales, alcaldes, etc., hacer gestión o denunciar algo a través de su TikTok, Facebook, Twitter, claro, su objetivo es mostrarse, expandirse y difundirse dando señales que están vivos, presentes y que son buenos tipos.

Pues ahí, tenemos a nuestra disposición estas poderosas redes sociales, que al poder viene  incomodando, pretendiendo normar algún día a las mismas, mientras tanto, hay que usarlas de la mejor manera posible, sin miedo, con responsabilidad y con propuestas valientes.

Un nuevo elemento se agrega a esta dinámica de la polis, que se conjuga con los siglos y siglos de teoría y sabiduría de la filosofía en lo que respecta al comportamiento, las actitudes y el pensar de los seres humanos. No son incompatibles, ni ajenos uno del otro, ni tampoco enemigos, aunque con diferencias. Al fin y al cabo, aún el ser humano sigue gobernando y mandando; no son las máquinas las que dictan las leyes ni las órdenes en los Estados y las sociedades. La tecnología en todos los órdenes viene alimentando y moldeando las mentes de los ciudadanos. Dependerá de nuestras opciones saber utilizar esos modernos instrumentos de la tecnología para ser

protagonistas de las decisiones de los gobiernos del mundo.

Si aceptas vivir en democracia, verás que el desarrollo de tu vida se hará en convivencia, en permanente construcción de ciudadanía. “No somos simples criaturas

sujetas a la Tierra”, decía Hannah Arendt. El trajín de tu vida no se reduce solo a despertarte cada día, lavarse, comer, ir a tu trabajo, regresar, pasear, ir de fiestas. Tiene otro sentido y otra ruta que puedes fortalecer y seguir con alegría.

Una vida de compromiso por la justicia, igualdad, la libertad por la democracia, que exige grandes sacrificios, pero te da a la vez grandes satisfacciones, recibiendo adhesiones, condenas, rechazos, pero con el pleno orgullo y el peso de tu conciencia de haber cumplido con una misión importante.

Ojo que hoy eres un ciudadano de la democracia, con derechos y deberes, pero tienes la responsabilidad no de cruzarte de brazos, ni mirar pasar las hormigas en el patio de tu caso o echado en tu hamaca contar las estrellas.

El país te reclama y tu conciencia te pedirá un ajuste de cuentas si no respondes a ese llamado.

Te invito a leer esta propuesta del filósofo inglés Bertrand Russell, que es ideal para estos tiempos confusos, violentos e intensos, en los cuales debes estar presentes: “Una humanidad prudente en política, como en cualquier otro terreno, solo se consigue recordando que incluso los grupos mayores se componen de individuos, que los individuos pueden ser felices o desgraciados y que cada individuo que sufre en el mundo representa un fallo de la cordura humana y de la humanidad común. Las metas del arte de gobernar no deberían ser abstractas. Deberían ser concretas como el afecto de los padres por sus hijos pequeños. El mundo necesita cordura y calor humano en igual  medida. Por el momento faltan las dos, pero esperemos que no siempre sea así”.