La ciudad vivió una fiesta durante la «Larga Noche de Museos». Más de 300 espacios abrieron sus puertas a las ciudadanas y ciudadanos de todas las edades.
Fuente: Visión 360
Ciencia, historia y tradición fueron los componentes de la Larga Noche de Museos, que este sábado reunió a miles de paceños en los principales repositorios de la urbe. Más de 300 espacios ofrecieron una tarde y noche llenas de historia.
“Hay largas filas en varios lugares. Hemos decidido empezar en la Facultad de Medicina, me dicen que lo que muestra la universidad es sorprendente y diferente. De eso se trata la Noche de Museos, de que descubramos cosas que no conocemos y que hoy se abren a la gente de forma gratuita”, dijo el alcalde Iván Arias antes de otorgar un reconocimiento a la facultad por ser parte de esta actividad con el Museo de Anatomía.
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El Museo de Anatomía es uno de los espacios que más expectativa generó entre la población de todas las edades. Abrió sus puertas a las 14.30, pero las filas para ingresar se formaron antes. En un abrir y cerrar de ojos, la columna de personas llegó hasta la plaza Triangular.
Dentro de los predios un gran equipo de docentes y estudiantes hicieron de anfitriones para llevar a los visitantes a un recorrido por todo el cuerpo humano. “Prohibidas las fotos”, advirtió una de las expositoras.
Al ingresar a las salas donde se encuentran las piezas anatómicas momificadas, el formol concentrado en el ambiente inundaba la garganta e irritaba los ojos. Cada pieza sirve a los estudiantes para conocer de cerca y en primera fila el funcionamiento del cuerpo humano. Esqueletos, momias y partes diseccionadas fueron el material didáctico.
También en Miraflores, una colección de juguetes y radios antiguas despertaron curiosidad entre los vecinos. Los personajes de películas, dibujos animados, series y caricaturas se instalaron en vitrinas y mesas del Café Rajatabla, en plena avenida Busch.
Pocas cuadras más arriba, en el Museo de Textiles Andinos de Bolivia, dos comunarias de Titicachi, de la provincia Muñecas de La Paz, enseñaron a los asistentes el proceso de hilado y confección de tejidos. Explicaron cómo su historia, tradiciones y hasta su ciclo ritual agrícola estaba plasmado en la iconografía de sus tejidos.
Pero, como todos los años, el circuito más concurrido fue el del casco antiguo de la urbe, la calle Jaén y sus alrededores. No solo los museos llamaron la atención. La orquesta de Charangos Filial la Paz y la Tuna de la Facultad de Ingeniería tomaron las calles para ofrecer música en vivo.