Dólares: 16 meses de escasez y con un tipo de cambio paralelo en alza

Esperan créditos externos. Analistas y empresarios sugieren subir y liberar las exportaciones de Bolivia, bajar las importaciones, reducir gastos, trabajar la ley de inversiones y apoyar el turismo, entre otras acciones.

Empresarios y Gobierno acordaron una serie de medidas para restablecer la oferta de dólares. Foto: Ministerio de Economía
Empresarios y Gobierno acordaron una serie de medidas para restablecer la oferta de dólares. Foto: Ministerio de Economía

 

Fuente: Visión 360
Por Marco Antonio Belmonte

Desde aquel 17 de febrero de 2023, cuando se reportaba que las Reservas Internacionales Netas (RIN), habían caído a 3.538 millones de dólares y las divisas a 372 millones de dólares (al 8 de febrero de 2023), ya suman 16 meses que la disponibilidad de la moneda norteamericana no se normaliza y el tipo de cambio en el mercado paralelo se ha disparado.



Empresarios y analistas señalan que para resolver el problema se necesita:  1) Aumentar las exportaciones. 2) Reducir las importaciones. 3) Fuerte inyección de recursos o créditos externos. 4) Liberación plena de las exportaciones. 5) Reducir el gasto público en plantas estatales. 6) Acceso a biotecnología. 7) Nueva ley de inversiones. 8) Nueva estrategia de turismo.

El 2 de mayo de este año el Banco Central de Bolivia (BCB), informó que las RIN hasta abril sumaban 1.796 millones de dólares, unos 88 millones de dólares más en relación con diciembre de 2023. Sin embargo, las divisas aún no se estabilizan y bajaron de 166 millones de dólares en 2023 a 139 millones de dólares.

¿Por qué aún diversos sectores señalan que faltan dólares? El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, indicó que existe una escasez relativa de la divisa por diferentes razones, una de las principales es el déficit comercial.

“Venimos de una gestión 2023 muy complicada cuando las exportaciones cayeron en 2.800 millones de dólares y salieron 700 millones de dólares por el déficit comercial. Este año se empezó sin un buen augurio porque al primer trimestre, según datos del INE y sin considerar reexportaciones y efectos personales, las exportaciones cayeron en 730 millones de dólares y en tres meses se registra un déficit comercial de 457 millones de dólares”, manifestó.

Antonio Rocha, experto en comercio exterior, opinó que el país enfrenta un problema de orden monetario vinculado a la pérdida de valor de la moneda nacional frente al dólar y esto se manifiesta a partir de enero y febrero del año pasado, cuando el BCB autoriza un tipo de cambio preferencial para los exportadores, debido a la pérdida de reservas. A partir de ese momento, esa demanda por divisas provoca un alza de su precio y la pérdida de valor del boliviano.

Por eso es que el tipo de cambio informal pasó de siete bolivianos a entre 7,20 a 7,50, y en la actualidad ha llegado hasta ocho y nueve bolivianos.

“No es que no existan divisas, sino que se especula, porque no hay la opción de que se mantenga un valor equivalente en moneda nacional. La gente prefiere guardar sus dólares y el boliviano pierde valor”, apuntó Rocha.

Esta devaluación se da por la pérdida de las RIN, mayor demanda de dólares, en un contexto de menor oferta de divisas.

Además, las reservas bajan porque cubrieron las compras del exterior del Gobierno y de empresas estatales, y solventaron proyectos y préstamos del sector público. “A su vez hay una caída de las exportaciones, que era una fuente de generación de divisas; hay menos dólares y sube su precio como cualquier mercancía y provoca que la gente guarde esos recursos”, dijo.

Medidas aprobadas

Para evitar un mayor deterioro de las RIN, el Gobierno y el BCB implementaron varias medidas, como la venta directa de dólares al público y un tipo de cambio diferenciado en favor del sector exportador.

En febrero de este año, junto con la empresa privada se acordaron 10 medidas para solucionar la escasez de dólares. Entre algunas de las más importantes estaban la liberación de las exportaciones, la emisión de bonos del BCB en dólares, la devolución inmediata de Cedeims, previa entrega de divisas por exportaciones, banda para comisiones de transferencias al exterior e importación privada de diésel.

Para Rodríguez, la escasez de dólares es algo que se pudo prever, evitar o al menos mitigar, pero lamentó que ahora exista un cambio de expectativas en los agentes económicos que complica la situación. Por eso, una de las primeras medidas a las que se debe apuntar es la recuperación de la confianza.

“Cuando las expectativas de los agentes económicos cambian, las medidas de política pública se esterilizan y pierden eficacia; por eso es importante recuperar la confianza para que las políticas surtan efecto, pero esto no solo es posible con señales, sino con acciones que sean contundentes para que se consigan los objetivos”, puntualizó.

El economista Omar Velasco opinó que la falta o iliquidez de divisas tiene una causa estructural, ya que desde 2015 caen las RIN como consecuencia del déficit comercial, no solo del sector público, sino también del sector privado (empresas y consumidores). “No se resuelve el problema de las divisas porque Bolivia hoy mantiene un déficit comercial privado está acompañado de déficit comercial público. Además, hay un déficit de hidrocarburos”, subrayó.

Indicó que en el ámbito privado se encuentran las exportaciones de minerales con excepción de estaño, productos agroindustriales y este sector es responsable del 60% de las importaciones de materia prima, bienes intermedios y de capital para seguir produciendo.

El otro problema es de corto plazo. Velasco sostuvo que hay especulación. “El año pasado se tuvo una caída de dos mil millones de dólares en las RIN, y el déficit comercial solo ha sido de 700 millones de dólares. Es el efecto especulativo, de ahorro precautorio; la gente acude a comprar dólares para proteger sus activos financieros y eso acentúa la escasez de dólares para el comercio”, anotó.

Añadió que el tipo de cambio paralelo ha subido y existe la expectativa de que siga esa tendencia y que se presente una devaluación, lo cual provoca un fenómeno especulativo y hay muchos exportadores que prefieren acumular divisas, no traerlas al país.

Medidas y soluciones

El gerente del IBCE considera que no hay una solución mágica y tanto el sector público como el privado necesitan divisas. En ese sentido una medida urgente sería la aprobación de los créditos pendientes en la Asamblea Legislativa y poner en carpeta los tres mil millones de nuevos créditos que se han negociado.

También se debe recurrir a organismos internacionales y conseguir un soporte para la balanza de pagos, que puede ayudar a financiar las necesidades de divisas para importar combustibles, pagar deuda externa y atender necesidades del Estado en cuanto a infraestructura.

Rodríguez recordó que en China se aprobó, hace algunas semanas, el uso de semillas modificadas genéticamente, al igual que lo hicieron en su momento países como Estados Unidos (EEUU), Canadá y Brasil, pese a la oposición y a argumentos que sostienen que ese tipo de cultivos no son del todo efectivos.

“Necesitamos   pragmatismo de las autoridades para impulsar a sectores de rápida reacción como es agropecuario, forestal, maderero y agroindustrial”, subrayó Rodríguez.

Según el gerente del IBCE, existen mercados externos, pero se necesita impulso del Gobierno con financiamiento, libre exportación, total, no parcial y apertura de mercados.

Rodríguez sostuvo que no existe una fuente de recursos como el gas natural, cuyas ventas alimentaban las RIN, porque la producción está en declive y esperar que el litio sea la tabla de salvación, llevará buenos años y el sector minero enfrenta sus problemas.

“Se ha visto en el primer trimestre un esfuerzo del sector minero con un mayor volumen de exportación, 38 por ciento más, pero en valor las ventas disminuyeron en 28 por ciento. Por eso es que desde el IBCE se considera que el sector agropecuario forestal y maderero son de rápida reacción, unos seis meses, pero el sector requiere atención a sus demandas”, apuntó.

El experto Antonio Rocha sostuvo que las medidas aprobadas son positivas, aunque si se autorizaban antes pudieron tener un mejor impacto. Por ejemplo, dijo que no hay una liberación plena de las exportaciones, solo se ampliaron cupos y esas regulaciones perjudican.

El problema puede resolverse, de acuerdo con el especialista, con una inyección fuerte de recursos para estabilizar la balanza de pagos y recuperar las RIN, que permitan garantizar al menos seis meses de importaciones y ayuden a generar fluidez en el sistema financiero.

Segundo, dice, se debe reducir el gasto público, inversiones en plantas estatales que provocan salida de divisas. Tercero, se tienen que liberar de forma plena las exportaciones y, la cuarta recomendación, dejar la pelea política que afecta a la economía. “La inestabilidad política se traduce en inestabilidad económica”, lamentó Rocha.

Velasco sostuvo que para solucionar el problema es necesario que Bolivia aumente sus exportaciones y bajen las importaciones del sector privado. Existe espacio para vender más al exterior en el sector de la agricultura, pero depende de acuerdos con el sector público para impulsar la producción agrícola de exportación.

Otro actor, agrega, es el sector minero en el que se requiere un nuevo flujo de inversión importante para revitalizar minería mediana, pero eso demanda acuerdos que permitan generar nuevos incentivos.

“Se debe bajar las importaciones privadas; la sustitución de importaciones que impulsa el Gobierno solo se enfoca en el sector público, pero es el sector privado que presiona más a las importaciones. Hay que masificar el crédito para la sustitución de importaciones, alianzas público-privadas, mejorar la calidad de la producción nacional, como es el caso de los materiales de construcción”, puntualizó.

También es importante que los consumidores dejen de comprar solo productos del exterior y dar mayor valor al consumo de bienes nacionales, medidas con las cuales se puede contener una mayor caída de las RIN. Y promocionar y generar una estrategia de turismo.

¿Qué piensa el sector privado sobre las medidas?

El presidente de la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba, Luis Laredo, manifestó que, de los 10 puntos del acuerdo entre la CEPB y el Gobierno, no se han liberado plenamente las exportaciones; se había solicitado levantar cupos, pero solo se facilitaron algunos trámites.

De la venta de bonos del BCB en dólares, dijo que se llegó a colocar solo 58 millones de dólares del público y de las empresas, y aumentó con los 200 millones de dólares que invirtió la Gestora.

En el caso de los incentivos a la importación de autos Flex, la emisión del decreto no fue ágil. “El ingreso de dólares de exportadores sí ayuda a la generación de divisas, eso está ocurriendo en función al tipo de cambio favorable al sector. Pero no pueden traer el 100%, porque deben comprar materia prima, necesitan mantener de un 20% a un 35% y si traen el 100%, se les complicará volver a solicitar la venta del BCB”, indicó Laredo.

Para el sector privado es importante que el Gobierno sea honesto, decir lo que realmente está ocurriendo y haga conocer qué políticas proyecta para restablecer la provisión de dólares, de modo que el sector privado pueda respaldar.

Es necesario, agregó, reducir el gasto público, que el Estado sea más austero, promocionar más la campaña Compro Boliviano, reforzar el control de fronteras, generar una ley de inversiones que sea adecuada para el Estado y para los inversores, que garantice la seguridad jurídica y la lucha contra el contrabando.

Laredo también plantea que se evalúe la reducción de impuestos, que puede ayudar a reducir la informalidad y que muchas personas formalicen su actividad económica.

“Hoy las expectativas no son de las mejores, hay sectores que tienen que traer materia prima del exterior y deben acudir al mercado paralelo donde el tipo de cambio ya superó los nueve dólares. A las empresas de seguros, que necesitan miles de dólares para cubrir el reaseguro, no les queda más opción que acudir al mercado paralelo”, observó.