En medio de la división que existe dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS), el exministro ministro de Gobierno (2015-2019), Carlos Romero, considera que el partido debe continuar bajo el liderazgo ‘mesiánico’ del expresidente Evo Morales, de quien dijo que tiene un “poder casi sobrenatural”.

‘Liderazgo mesiánico’

“Es un liderazgo mesiánico que se ve en las imágenes, pero sobre todo cuando uno está en el lugar, es como que la irradiación de una energía que converge en torno a ese núcleo; se observa la alegría”, expresó Romero en entrevista con el programa Poder, Medios y Miedos.

Al ser consultado por el devenir del MAS, cuyas dos facciones se alejan cada vez más, con el nombramiento de una nueva directiva del lado arcista, Romero resaltó el liderazgo de Morales.

En criterio del exministro de Gobierno, el expresidente mostró un camino y un norte a los pueblos indígenas, históricamente marginados. Por ello, es este sector el que mayor conexión y lealtad mantiene hacia la figura de Morales, en quien ven a un ‘libertador’.

‘Libertador’

“Para alguna gente, la mayoría del campo popular, Evo Morales es quien los ha liberado, lo ven como un liberador; los ha liberado de su condición de sometimiento, de servidumbre”, afirmó.

Desde su aparición en el contexto político, Morales consiguió un gran apoyo. En 2005, por primera vez después de más de 40 años un partido logró ganar las elecciones generales con más del 50% de los votos. Ese año, el MAS se impuso, sorpresivamente, con el 53,72% de los votos.

Desde entonces, en las elecciones de 2009, 2014 y 2020 (ésta última elección anulada) volvería a ganar con más del 50%, mostrando su gran respaldo electoral.

Para Romero, lo que logró Morales se debe a un poder que roza lo sobrenatural, aunque evitó referirse a Morales como una especie de dios.

“(es) alguien que tiene alguna misión, algún poder casi sobrenatural; (pero) no quiero compararlo con Jesús”, expresó el exministro.

Romero, bastante fiel a Morales, fungió como ministro de Gobierno de 2015 a 2019. Permaneció en su posición hasta que ese año Morales renunció, debido a la crisis social y política, cuando la oposición denunció fraude electoral en los comicios de ese año.