Santa Cruz se encuentra en la fase inicial del periodo crítico, toda vez que en la actualidad se registran incendios en los municipios de Puerto Suárez y Puerto Quijarro, además que existe alerta en los municipios de San Ramón y San Matías.
Fuente: Gobernación de Santa Cruz
Ante el periodo de estiaje y temporada alta de quemas que propician la ocurrencia de incendios forestales, el Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz, en cumplimiento de la Ley Nº 602 de Gestión de Riesgos, activó la «alerta amarilla» en el departamento con el fin de prevenir de manera oportuna el riesgo de quemas.
La información la dio a conocer la secretaria de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, Ana Patricia Suárez, que explicó que Santa Cruz se encuentra ya en la fase inicial del periodo crítico de este fenómeno natural, toda vez que en la actualidad se registran incendios en el municipio de Puerto Suárez, en la zona de Otuquis, y en Puerto Quijarro, además que existe alerta en los municipios de San Ramón y San Matías.
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Hasta el momento se cuenta con una afectación de una superficie aproximada de 21.640 hectáreas en todo el departamento, por lo tanto, los bomberos forestales de la Gobernación permanecen desconcentrados en estas zonas, principalmente en la frontera con Brasil.
Mecanismos de prevención
La autoridad detalló que con esta alerta amarilla se logra operativizar de manera inicial y previsora los recursos y personal necesarios para la atención de acuerdo a procedimientos.
Entre otras tareas, activar mecanismos de comunicación y difusión a las poblaciones susceptibles a ser afectadas con riesgo de incendios forestales; recomendar reuniones y conformar “comités de operaciones de emergencias” para evaluar posibles efectos de los incendios, y revisar y adecuar los “planes de emergencia y contingencias”, según las competencias de las normativas vigentes.
Suárez exhortó a la población en general, no solamente de las regiones afectadas, a tener precaución para no provocar incendios, como no botar botellas ni otros elementos inflamables que sean pasibles de provocar fuego, tanto en las áreas urbanas como en las rurales.