La Corte Suprema de EEUU reduce el poder de las agencias federales

La Corte Suprema de Estados Unidos, de mayoría conservadora, redujo el viernes la libertad de acción de las agencias federales, en el punto de mira de los círculos ultraliberales que luchan contra la «burocracia», al anular una jurisprudencia de 1984.

La corte suprema de Estados Unidos en Washington, el 26 de junio de 2024.
La corte suprema de Estados Unidos en Washington, el 26 de junio de 2024. © Jim WATSON / AFP/Archivos
Fuente: rfi.fr

Washington (AFP) – Esta jurisprudencia daba la última palabra a las agencias gubernamentales en materia de medio ambiente, protección social o de los consumidores. «Los tribunales no pueden ceder a la interpretación de la ley por parte de una agencia simplemente porque un estatuto es ambiguo», afirmó en un escrito el presidente de la corte, John Roberts, en nombre de la mayoría de seis jueces conservadores del tribunal.

Conocida como «doctrina Chevron», la jurisprudencia vigente desde un fallo de 1984 decía que los jueces debían ceder a estas agencias la determinación de una interpretación «razonable» de la ley si había ambigüedades o lagunas.



La doctrina «Chevron queda anulada», agregó Roberts.

Para la jueza progresista Elena Kagan, que votó contra la anulación, esta doctrina «se ha convertido en un pilar del gobierno moderno, apoyando esfuerzos regulatorio de todo tipo, por nombrar algunos, sobre la calidad del aire y del agua, la seguridad de los alimentos y medicamentos, y la honestidad de los mercados financieros».

«Shock» para el sistema legal

Los detractores de esta jurisprudencia argumentan que la interpretación de las leyes compete al poder judicial y no a las agencias federales, que dependen del poder ejecutivo.

«Una reversión de la jurisprudencia Chevron provocará un shock injustificado para el sistema legal», argumentó durante los debates en enero la asesora jurídica de la administración del presidente demócrata Joe Biden, Elizabeth Prelogar, haciendo hincapié en la inestabilidad que traería la decisión.

Según su hipótesis, provocaría una cacofonía jurídica, con «reglas diferentes en diferentes lugares del país».

Pero la mayoría de los jueces conservadores no se convenció con estos argumentos.

Uno de ellos, Brett Kavanaugh, sostuvo que esta inestabilidad es inherente a las instituciones democráticas. «La propia jurisprudencia de Chevron provoca un choque en el sistema cuando llega un nuevo gobierno», replicó, en referencia al mandato presidencial de cuatro años, renovable una vez.

Estas alteraciones afectan las regulaciones tanto «de las telecomunicaciones, los mercados financieros, así como de la competencia y el medio ambiente», enumera Kavanaugh.

Paradójicamente, cuando se adoptó en 1984, el caso fue una victoria para el presidente republicano Ronald Reagan, quien acusó a los jueces federales del país de línea progresista de sofocar a las empresas estadounidenses bajo montañas de trámites burocráticos innecesarios y restrictivos.

Pero desde entonces la derecha ha criticado el fallo, con el argumento de que otorga injustamente poderes al gobierno federal sobre el sistema judicial y que permite a las agencias alterar el significado de los estatutos, dependiendo de quién esté a cargo.