La exportación de soya cayó un 73% y sus derivados un 39% al primer cuatrimestre del año, según el INE

Desde el Gobierno atribuyen esta situación a factores climatológicos, mientras que el sector productivo advierte falta de avance en las mesas de biotecnología con miras a aumentar la productividad en el campo

El reporte estatal atribuye esta situación a factores climáticos “que afectaron la cosecha”

Fuente: Unitel



Las exportaciones de soya y sus derivados siguen a la baja, de acuerdo con el reporte de comercio exterior presentado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el cual exhibe que al primer cuatrimestre del presente año, los envíos al exterior de semillas y habas de soya, así como los derivados que provienen de la industria, registran una tendencia a la baja.

Según el reporte, Bolivia registró una caída de las exportaciones de semillas y habas de soya del 73% entre enero y abril de 2024, así como también en lo que respecta a los derivados de este grano que está en torno al 39%, en relación con el mismo periodo de tiempo de la gestión anterior.

El reporte estatal atribuye esta situación a factores climáticos “que afectaron la cosecha”, mientras que el sector productivo advierte falta de avance en las mesas de biotecnología con miras a aumentar la productividad en el campo

Asimismo, en términos de valor, en el primer cuatrimestre de 2024, las exportaciones del grano y habas de soya significaron un total de $us 21,9 millones, cifra que contrasta con los $us 81,4 millones registrado en el mismo periodo de la pasada gestión.

 

Mientras que los derivados de este grano (industrializados) representaron un total de $us 263,5 millones de enero a abril de este año, pero en el mismo periodo de 2023 la cifra registrada por el INE fue de $us 429 millones.

En días pasados, el máximo dirigente de los productores soyeros del Norte Integrado, Eliazer Arellano, apuntó que la falta de lluvia y las fallas en el abastecimiento de diésel truncan el normal desenvolvimiento sectorial.

En este sentido, el dirigente manifestó que la soya que maneja el sector productivo no es resistente a la sequía y al estrés hídrico, asunto que dificulta poder responder a la demanda del biodiesel y a la exportación del grano.

“Si queremos producir biodiesel, tenemos que sacar tres toneladas por hectárea y eso se logra con una soya de calidad y una biotecnología de punta”, advirtió Arellano.