La sesión del 6 de junio de la Asamblea Legislativa Plurinacional (APL) marca un antes y un después del rol que desempeña este Órgano del Estado, según coincidieron analistas políticos.
Fuente: lostiempos.com
Este nuevo papel del Legislativo está relacionado con la ruptura en su relación con el Ejecutivo. A partir de ahora el Legislativo ya no podrá ser considerado como apéndice del Gobierno.
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“El rol de la Asamblea Legislativa mucho dependerá de cómo sus miembros actúen de hoy en adelante, caso contrario, este intento de recuperar institucionalidad habrá sido en vano”, sostuvo el analista político Paul Coca. Recordó que tres de las principales tareas del Legislativo, no las únicas, pero sí las principales, son la de legislar, fiscalizar y gestionar el desarrollo para las regiones que eligieron a estas autoridades.
En manos del presidente
Para la analista y abogada Carolina Orías, el rol de la Asamblea será puramente político. Así la Asamblea apruebe leyes, aseguró, estas deben ser promulgadas por el presidente del Estado o en su defecto por el presidente de la Asamblea Legislativa. “Por más que evistas y oposición tengan mayoría, sus decisiones legislativas dependerán de Luis Arce y David Choquehuanca”, sentenció Orías.
El periodista Rafael Archondo, citado por Erbol, sostuvo que Arce perdió el control del Legislativo. “En el último incidente parlamentario de este jueves 6 de junio, en el que Arce perdió la Asamblea Legislativa, cuatro legisladores arcistas se pasaron o, mejor dicho, retornaron a la bancada evista” (…), aseguró.
Para Coca, este hecho tiene varios matices importantes que se deben debatir, por ejemplo, que los legisladores saben el estado real de la Asamblea y, por eso, optan no por el evismo como tal, sino por una posición más institucionalista en pro del Órgano del Estado que ha tenido intentos serios de ser disminuido tanto por el Órgano Ejecutivo como por el Judicial y el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Revés al arcismo
Toda esta crisis en la Asamblea, según Coca, es un duro golpe político al arcismo en el hecho de que cualquier legislador puede decidir apoyar a Morales, “sin embargo, Arce tampoco la pondrá fácil al evismo y a la oposición, ya que continúa controlando la Administración de Justicia y Tribunal Constitucional de su lado”, afirmó.
Para Orías, dada la crisis económica y la proximidad a las elecciones nacionales, van a empezar a surgir más desertores. Esta es una clara señal, dice Orías, de que el Ejecutivo está perdiendo el control del Órgano Legislativo como lo tenía al inicio de la gestión.
Consultado sobre el contrapeso que la ALP estaría ejerciendo sobre el ejecutivo, Coca aseguró que lo que se ha visto en la sesión del 6 de junio es un intento muy serio de rebelión contra el Órgano Ejecutivo y contra las decisiones de los autoprorrogados del Órgano Judicial y Tribunal Constitucional, ya que los legisladores (sin importar la tendencia política que sea) se cansaron de ser considerados como apéndices del Ejecutivo.