Los comunarios de Quetena Chico, sudoeste de Potosí, señalaron que alrededor de 200 crías de llama murieron en medio de gélidas temperaturas que llegaron a 20 grados bajo cero
Los comunarios piden ayuda, pues la cría de llama es su único sustento, además del turismo.
Los comunarios de Quetena Chico, ubicado al sudoeste de Potosí, cerca de la frontera con Chile, se encuentran desesperados y llegaron hasta la ciudad capital potosina en busca de ayuda.
“Allá estamos sufriendo con el frío. Está 20 grados bajo cero”, indicó el cacique de la Comunidad de Quetena Chico, Pedro Rojas.
Rojas reportó que las crías de sus ganados sucumben antes las gélidas temperaturas y mueren congeladas. Estiman que ya perdieron alrededor de 200 llamas.
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A esto se suma que los vientos fuertes no permiten que las llamas se alimentan y el ganado que aún queda se encuentra sumamente delgado, relata Rojas.
“Los vientos son terribles, por eso la llama ya no come. Se echa (en el suelo) hasta que pase el viento, y a veces no pasa en todo el día el viento, y flacura es demasiada”, dice Rojas.
El cacique cuenta que el paso quedó enterrado por las condiciones climáticas. “Ya no sabemos cómo se va a alimentar el animal”, cuenta en medio de desesperación.
La autoridad estimó que el frío persista hasta agosto y presumen que las condiciones empeorarán.
Rojas junto a otras personas de la comunidad llegaron hasta las oficinas de la Gobernación de Potosí en busca de ayuda para evitar más muertes de su ganado, que es parte de su sustento, al margen del turismo, debido a que en la zona no se produce otros alimentos.