Caos en la final de la Copa América: una vez más la Conmebol se caracterizó por la desorganización

Miles de personas están desde hace más de dos horas intentando ingresar al Hard Rock Stadium. Esto se suma al conflicto tras el partido entre Uruguay y Colombia y el estado del césped en los campos de juego

 

Alejandro Domínguez estaba disfrutando de la previa en medio de los incidentes y la desorganización (AFP)



Alejandro Domínguez estaba disfrutando de la previa en medio de los incidentes y la desorganización (AFP)

 

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Fuente: infobae.com

Otro hecho bochornoso golpea al fútbol en Sudamérica. Después de las quejas de varios de los entrenadores por el estado de los campos de juego, y luego de los graves incidentes al final del encuentro que protagonizaron Uruguay y Colombia en Charlotte, que terminó con varios de los futbolistas de la Celeste peleando con fanáticos colombianos que agredieron a sus familiares, en la antesala de la final en Miami se vivió otro fallo en la organización de la Conmebol.

En la previa del crucial encuentro que definirá al campeón, se registraron serios incidentes debido a que una gran cantidad de simpatizantes quisieron ingresar al estadio sin tickets.

Miles de personas están desde hace más de dos horas y media en las afueras del Hard Rock Stadium intentado ingresar a la cancha. Muchas de ellas son las propias familias de los jugadores de ambos planteles. Por esa razón, los dos equipos tuvieron que detener la entrada en calor previa al comienzo de la definición por el título.

Una de las situaciones que más llamó la atención fue que, mientras decenas de hinchas sufrían por la desorganización de la Confederación Sudamericana de Fútbol, su presidente Alejandro Domínguez estaba caminando por el césped con una sonrisa en la cara, sin dar una respuesta a los graves incidentes que se vivieron en las puertas de ingreso.

Incidentes en la previa de la final de la Copa América entre Argentina y Colombia

Las imágenes de familias, que pagaron miles de dólares para acceder a ver el que será el último partido de Ángel Di María, y también presenciar otra final con Lionel Messi como el gran protagonista de la selección argentina, llorando en las entradas del estadio marcan el destrato y la poca preocupación de parte de la Conmebol para asegurar que los fanáticos puedan disfrutar de lo que se esperaba sería una fiesta del fútbol en el continente.

Ni hablar del hecho de ver a niños en crisis porque fueron agredidos en los accesos de la cancha, agolpados porque la organización decidió mantener las puertas cerradas en lugar de resolver el ingreso de una forma civilizada y en paz para todos aquellos simpatizantes que se acercaron con sus tickets para presenciar la final entre el conjunto de Scaloni y el del argentino Néstor Lorenzo.

Mientras las imágenes de la transmisión mostraban a personas teniendo que ser atendidas pocos metros dentro del estadio, las caras de fastidio de los jugadores era elocuente frente a la demora en el comienzo del encuentro. Dibu Martínez, que salió en dos oportunidades al campo de juego para hacer su clásico ritual en la antesala del encuentro, decidió detener su entrada en calor y sentarse en el banco de suplentes a esperar junto a Martín Tocalli, el DT de arqueros, sumado a los otros porteros de Argentina.

El público agolpado en los accesos, sin poder ingresar a la cancha, en un gran peligro para su integridad física (AFP)

El público agolpado en los accesos, sin poder ingresar a la cancha, en un gran peligro para su integridad física (AFP)