“El mejor líder no es necesariamente el que hace las mejores cosas. Es quien hace que la gente haga las mejores cosas.” Ronald Reagan
Para avanzar como sociedad y como país es urgente y necesario cambiar el Modelo político y económico Populista: Centralista, estatista, sin seguridad jurídica y enemigo de la libertad y la propiedad privada. Y por supuesto al Gobierno Populista Cocalero y sus funcionarios y avanzar hacia la República Democrática Federal, donde el ciudadano pueda en libertad y seguridad, trabajar, crear y construir su vida y su destino.
Para lograrlo necesitamos que la ciudadanía y sus líderes, en conjunto, elaboren un programa de Gobierno y elijan un solo candidato que le gane al MAS.
Esta causa, interpretando el interés de la ciudadanía boliviana, es nuestra meta más importante y debe ser la Consigna de todos los bolivianos.
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En nuestro proceso histórico de millones de años, nuestros ancestros empezaron como grupos de cazadores y recolectores que luego inventan la agricultura. Se agrupan en pequeñas tribus y aprendieron a asumir su trabajo en procura de su supervivencia. Se trata de asegurar el que comer, proteger su vida y sus bienes, construir un techo que los proteja, fabricar vestidos, domesticar animales para su transporte y otros trabajos varios.
Surgía algún miembro del grupo que demostraba algunas habilidades y se dedicaba a aplicarlas, por ejemplo fabricar flechas, construir refugios y chozas, cultivar frutos y también cocinar.
Un cocinero practica este oficio y elabora recetas, que con su práctica las valida, lo mismo, los políticos.
Buenas y malas recetas.
Hemos transitado desde el Jefe Tribal al Rey, luego surge la Democracia y también el Socialismo y el Populismo, cada uno con se respectiva receta.
La receta Democrática contempla elecciones de autoridades y funcionarios que deberían ser elegidos por su moral, sus méritos y sus habilidades para cada oficio. Postulan la libertad, propiedad privada y mercados libres y competitivos, con lo que logran su éxito con trabajo, creatividad y el esfuerzo de la población.
La Receta socialista y comunista tiene un Gobierno dictatorial, centralista, de propiedad estatal, que avasalla la libertad de las personas y las conduce a la miseria. Su receta contempla un Estado como dueño de todo, un Jefe dictatorial que elige a sus acólitos con base en la sumisión a su persona y no necesariamente por las habilidades que requieren para el cargo.
El Populismo cocalero.
En cada país el Populismo tiene sus variantes, las que recogen los usos y costumbres de los pueblos.
A Evo le preguntaron si ve posible un liberal como Milei en Bolivia, él respondió: “Es algo que pueden llegar a intentar, pero la gran ventaja que tenemos acá, es que la revolución democrática y cultural es encabezada por el movimiento indígena. En el movimiento indígena, por herencia e historia, somos anticolonialistas y anticapitalistas. La lucha interna que tenemos ahora es evitar que nos arrebaten esa revolución”.
En la historia se ha sucedido, la revolución agraria, la industrial y la tecnológica y nosotros en Bolivia, en muchas áreas, aún no hemos transitado la agraria, ni que decir la tecnológica. Gran parte de la población rural vive en el ayllu, planta coca y los que migran a las ciudades practican el mercantilismo contrabandista.
Ante estas carencias educativas y de formación técnica, la Oferta ideológica del masismo es el enfrentamiento racial y su propuesta económica se enfoca en la coca, el contrabando y el narcotráfico, que les garantizaría a esa parte de la población un mejor vivir y practicando lo que ellos saben y pueden hacer. Esto sin entrar en complicaciones con la producción legal que requiere de más trabajo, educación y tecnología.
La alternativa es apostar por la Democracia o seguir con el Populismo y seguir el camino de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bloquivia. La elección es nuestra.
Fuente: ovidioroca.wordpress.com