El presidente Luis Arce Catacora pretende polarizar a los departamentos de La Paz y Santa Cruz con afanes electorales, debido a que la región oriental ha sobrepasado al desarrollo económico tradicional de occidente, su discurso disociador y artero no tiene la respuesta que esperaba, declaró el diputado Walthy Egüez, Creemos.
Fuente: Prensa Creemos
«Luis Arce se está aprovechando de un acontecimiento cívico histórico para el pais ofreciendo electoralmente a La Paz devolverle el liderazgo económico del país como hace década atrás. El Movimiento Al Socialismo (MAS) cuando Luis Arce era ministro de Economía en pleno auge económico no lo hizo, ahora que estamos en esta profunda crisis económica dice que lo hará. Los paceños y todo el país no le creen, es un discurso forzado para recuperar la crédibilidad que perdió por su mal gobierno» declaró.
Señaló que Arce perdió toda posibilidad de apoyo en las regiones que fueron el bastión político del MAS, como El Alto y La Paz, que ahora no le tienen estima por su gestión corrupta y abusiva que promueve la pobreza en lugar del desarrollo integral y complementario entre bolivianos.
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«Le salió mal su apuesta de confrontar a dos hermanos departamentos con afanes electorales. Luis Arce perdió toda la confianza del país, no se trata de generar discordia entre bolivianos, sino de cambios estructurales que Arce no quiere. ¿Confrontar a dos departamentos hermanos es la visión de un estadista?, pregunto al pueblo boliviano», dijo enfático.
Señaló también que todas las recientes encuestas conocidas sobre crédibilidad política e imagen electoral en el pais descartan a Luis Arce de la preferencia nacional, por lo que acude a acciones desmesuradas a fin de ganar un espacio como posible candidato presidencial.
De igual modo criticó que el gobierno promueva falsas expectativas para occidente con el campo hidrocarburífero Mayaya XI, al norte de La Paz cerca de los límites entre Beni y Pando, tomando en cuenta que criterios de expertos aseguran que este proyecto requiere de una importante inversión que no es inmediata, esta nueva posibilidad económica para los bolivianos deberá esperar, por lo menos, entre tres y cinco años.
En este sentido, reiteró que el país necesita profundos cambios en su visión de Estado para salir del empantanamiento económico y político generado por el Luis Arce y el MAS.