Por: Esteban Farfán Romero[1] (El Marucho)
“La incompetencia es tanto más dañina cuanto mayor sea el poder del incompetente.”
Francisco Ayala.
(1906-2009). Escritor español que cultivó el relato corto y la novela.
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Desde hace más de 20 años, el Chaco es rehén de una poderosa mafia política (PAN[2]-MAS[3]) con tentáculos fuertes enquistados, muy bien organizada en el poder, con mucha experiencia política, con una capacidad extraordinaria para mantenerse en el poder, sacando todo tipo de estratagemas muy bien barnizadas.
Una mafia política es una amalgama de corrupción, clientelismo y abuso de poder, esta organización representa una seria amenaza significativa para la democracia y el bienestar de la sociedad. Este fenómeno, que emergió a fin del siglo pasado en el Chaco, se manifiesta en diversas formas, muy bien camuflados detrás de fachadas democráticas, su presencia en las instancias del poder, erosiona los cimientos sobre los que se construyen las instituciones democráticas y afecta negativamente a la calidad de vida de los ciudadanos.
Desde la perspectiva de la ciencia política, la mafia política se define como una estructura informal y corrupta de poder dentro de un sistema político formal, en la que un grupo reducido de individuos o élites de poder utiliza su influencia política y control sobre recursos, instituciones y procesos políticos para obtener beneficios personales y perpetuar su dominio. Este fenómeno se caracteriza por la manipulación de las reglas del juego político, la utilización de la corrupción y el clientelismo, y el mantenimiento de redes de lealtad y dependencia.
Desde la filosofía política, la mafia política es vista como una distorsión profunda de los principios fundamentales de la política, la democracia y la justicia. Implica la subversión de la ética política y la destrucción de la confianza en el Estado, donde el poder público y la autoridad política deberían ser utilizados para el bien común, y el progreso de la sociedad, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos.
La mafia política, vista desde la ciencia política y la filosofía, representa una grave distorsión de los ideales democráticos y un obstáculo significativo para el desarrollo y progreso de la sociedad. Es una manifestación de corrupción sistémica, clientelismo y abuso de poder que desvirtúa las instituciones y procesos democráticos, y socava los principios valiosos de equidad, justicia y confianza pública.
En el escenario político contemporáneo, la “mafia política” emerge como una fuerza oscura y corrosiva que socava los fundamentos mismos de la democracia. Este fenómeno no se limita sólo la Chaco, a una región o país específico, sino que se extiende como una red insidiosa que infecta las instituciones democráticas a nivel mundial.
La mafia política se caracteriza por una serie de prácticas nocivas y perniciosas que minan la integridad del sistema democrático. En su núcleo, opera a través del clientelismo, donde los políticos ofrecen favores y beneficios a cambio de apoyo electoral o lealtad, creando una red de dependencia que perpetúa su poder.
Este intercambio de favores no solo distorsiona la representación democrática, sino que también fomenta la corrupción y el nepotismo, alienando a los ciudadanos y perpetuando desigualdades sociales.
Además del clientelismo, la mafia política se beneficia del control indebido de recursos públicos y del abuso de posiciones de poder para el enriquecimiento personal. El desvío de fondos, el fraude electoral y el tráfico de influencias son prácticas comunes que socavan la confianza pública en las instituciones democráticas. A menudo, estas actividades delictivas están protegidas por una red de complicidades y sobornos hacia arriba que silencian a quienes intentan denunciarlas, como ha sucedido en el Chaco con el PAN y el MAS.
Como consecuencia de esta complicidad, la impunidad es otro factor clave que perpetúa la mafia política. La falta de rendición de cuentas y la debilidad de las instituciones judiciales permiten que los políticos corruptos operen sin temor a consecuencias legales significativas. Esta impunidad no solo perpetúa el ciclo de corrupción, sino que también erosiona la fe de los ciudadanos en el estado de derecho y en la igualdad ante la ley.
Por ello, para abordar este fenómeno, es esencial comprender su naturaleza compleja y multifacética, y desarrollar estrategias efectivas que promuevan la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana.
- Genera Corrupción Sistémica y Desconfianza en las Instituciones
Las diversas formas y prácticas de corrupción es uno de los pilares fundamentales de la mafia política. Cuando estos políticos utilizan su poder para beneficio personal o de grupos específicos, se mina y erosiona gravemente la confianza ciudadana en las instituciones. Por este tipo de acciones, la percepción de que el gobierno es corrupto y sirve a intereses particulares en lugar del bien común desanima la participación ciudadana y fomenta la apatía y hastío político.
Además, lo grave es que la corrupción desvía recursos que podrían destinarse a resolver los servicios públicos esenciales como la salud, la educación y la infraestructura productiva, afectando directamente el desarrollo y el bienestar social de los ciudadanos.
La Mafia Chaqueña, para garantizar buen porcentaje de la mordida a través de las coimas, han dirigido las regalías al financiamiento de grandes proyectos de fierro, cemento, ladrillo y asfalto, que muchos de ellos no contribuyen a mejorar la vida de la gente, y otras que eran responsabilidad del nivel central. Asumieron responsabilidad nacional, porque les interesaba financiar con nuestras regalías millonarios proyectos, por la coima.
La corrupción se convierte en una práctica normalizada y aceptada dentro del sistema, afectando a la sociedad y sus instituciones y organizaciones seculares, como a todas las capas de la administración pública y las instituciones gubernamentales.
2. Clientelismo y Manipulación de la Opinión Pública y Electoral
El clientelismo es otra característica medular que la mafia política utiliza para legitimarse y expandir su poder, que implica la distribución de favores, dinero o recursos a cambio de apoyo político otorgado a personalidades, líderes de opinión, dirigentes corporativos y a organizaciones sociales. Este sistema perverso, practicado muy bien por la Mafia Política, perpetúa la pobreza y la dependencia, ya que los ciudadanos, en lugar de ser empoderados para tomar decisiones de manera informada y autónoma, se ven forzados a apoyar a aquellos que les ofrecen beneficios inmediatos.
Además, el clientelismo socava la integridad del proceso electoral, puesto que las elecciones se convierten en una competencia de quien puede comprar más votos, en lugar de un ejercicio democrático basado en ideas y propuestas.
Por otro lado, manipulan a la ciudadanía con promesas mentirosas, pero muy bien comunicadas, con el fin de obtener apoyo a través del voto. Conocen muy bien esta debilidad de la democracia, y la usan meticulosamente para su beneficio.
El gran problema que ocasiona el prebendalismo, es que la distribución de recursos y favores a cambio de lealtad política, que perpetúa la dependencia de ciertos grupos o individuos hacia los líderes mafiosos corruptos, impidiendo que sean removidos y sustituidos.
3. Abuso de Poder y Matonaje Político
Otra acción muy importante, es el patrimonialismo, el abuso de poder es una manifestación clara de la mafia política, con el fin de consolidar su poder. Con el fin de evitar cualquier grieta, la Mafia Política, usan de manera abusiva, los dispositivos de las instituciones públicas que controlan para perseguir, amedrentar y neutralizar por medio de sostenidas campañas de ataques y desprestigio en los medios de comunicación y redes sociales, a opositores, periodistas y activistas, que cuestionan o denuncian este tipo de operaciones mafiosas.
Esta represión no solo silencia voces críticas, sino que también infunde miedo en la población, creando un ambiente en el que la libertad de expresión y los derechos humanos están constantemente amenazados. Su objetivo es la ausencia de una oposición activa que haga un contrapeso y equilibrio político, haciendo con esto que no haya transparencia, resultan en gobiernos opacos y autoritarios, generando una sociedad menos libre y menos justa.
4. Impide el Desarrollo Económico
La presencia de la mafia política en la política, también tiene un impacto devastador en la economía. La malversación de fondos públicos, la concesión de contratos a empresas afines que pagan jugosas coimas y la implementación de políticas que favorecen a unos pocos selectos y escogidos, creando un ambiente de incertidumbre y desconfianza entre inversores de capital privados.
La ausencia de transparencia institucional, las prácticas mafiosas y la inestabilidad política disuaden la inversión extranjera y nacional, lo que frena el crecimiento económico y perpetúa la pobreza y la desigualdad, por la ausencia de una planificación estratégica que optimice el uso de los recursos públicos, generando condiciones para el desarrollo y la construcción de una estructura productiva sostenible diversificada.
5. Destrucción y Fragmentación del Tejido Social
A nivel social, la mafia política fomenta el cinismo y la desesperanza, como teoriza Foucault, normalizan prácticas inmorales. Cuando los ciudadanos ven que aquellos en el poder se enriquecen a expensas del bien común, se desmoronan los valores fundamentales de justicia y equidad. La percepción de impunidad para los poderosos y la falta de oportunidades para el ciudadano común fomentan un ambiente de desconfianza, recelo, frustración y división social.
La cohesión social, crucial para el desarrollo, se ve gravemente afectada, y se dificulta la construcción de una sociedad unida e integrada basada en la confianza pública, cooperación y la solidaridad.
Mi Propuesta
Está demostrado, que la presencia mafia política es un cáncer que corroe las estructuras democráticas y el tejido social de las sociedades, generando mucho daño progresivo. Combatirla requiere una combinación de voluntad política, reformas institucionales y una ciudadanía activa, decidida y comprometida.
La erradicación de la mafia política en el Chaco es un desafío complejo y multifacético que requiere una serie de acciones, impulsadas desde la sociedad, desde tomar conciencia crítica y moral de la gravedad del asunto, la gestión de reformas estructurales que impidan el ascenso de otras mafias, la participación ciudadana activa y un compromiso sostenido por parte de diversos actores sociales y políticos claves.
La presencia de una mafia política organizada en nuestra sociedad chaqueña, representa una seria amenaza existencial para la democracia misma. Socava los principios de representación y participación equitativa al concentrar el poder en unas pocas manos y alentar la corrupción, la desigualdad social y económica. Además, alimenta el ciclo de pobreza y exclusión al desviar recursos que podrían destinarse a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.
Para combatir eficazmente la mafia política, se requiere un compromiso firme con la transparencia, la rendición de cuentas y la fortaleza institucional. Los ciudadanos deben exigir líderes responsables y participar activamente en la vigilancia de los procesos democráticos. Además, es crucial fortalecer las instituciones judiciales y anticorrupción para garantizar que los responsables rindan cuentas por sus acciones.
En resumen, la mafia política es más que un problema de corrupción ocasional; es un cáncer que amenaza con socavar los cimientos de nuestras democracias. Es imperativo que actuemos con determinación y valentía para erradicar esta sombra que oscurece nuestro futuro colectivo. Solo así podremos avanzar hacia sociedades más justas, equitativas y verdaderamente democráticas.
A continuación, se detallan las acciones esenciales que una sociedad debe tomar para liberarse de la mafia política en el Chaco:
a) Un Proyecto de Sociedad Articulador
Para lograr el objetivo de remover a la Mafia Política del poder público del Chaco, es necesario que un grupo de personas comprometidas, competentes y audaces, se arriesguen a dar pelea, generando un proyecto de sociedad articulador como causa de lucha, para poner en marcha, una vez tomado el poder.
b) Fortalecimiento de las Instituciones Democráticas
El fortalecimiento de las instituciones democráticas, como los partidos políticos, agrupaciones, ciudadanas, organizaciones cívicas y gremiales, corporativas, medios de comunicación, es fundamental para combatir la mafia política. Esto incluye la independencia y eficacia del poder judicial, la transparencia en el funcionamiento de las instituciones públicas y la garantía de elecciones libres, transparentes y justas.
Implementar mecanismos que aseguren la independencia del poder judicial y la protección de jueces y fiscales de las presiones políticas, para que castiguen los hechos de corrupción, impidiendo que queden en la impunidad, como sucede en la actualidad.
Establecer sistemas robustos de auditoría y control ciudadano que monitoricen el uso de los recursos públicos y las acciones de los funcionarios. La digitalización de todos los procesos gubernamentales puede ser una herramienta efectiva para mejorar la transparencia.
Garantizar procesos electorales libres, justos y transparentes mediante la implementación de observación electoral independiente y la prevención del fraude y la manipulación.
c) Participación Ciudadana Activa y Sociedad Civil
Una sociedad activa y comprometida es esencial para erradicar la mafia política en el Chaco. La participación ciudadana y el fortalecimiento de la sociedad civil son herramientas poderosas para exigir resultados, responsabilidad y transparencia.
Promover programas de educación cívica que fomenten la participación activa y la conciencia política entre los ciudadanos. Apoyar y fortalecer a las Organizaciones de la Sociedad Civil que luchan contra la corrupción y promueven la transparencia y la rendición de cuentas. Estas organizaciones pueden actuar como vigilantes independientes y movilizar a la opinión pública.
También, fomentar la movilización y el activismo social para presionar a los gobiernos a adoptar reformas y combatir la corrupción. Las manifestaciones pacíficas, campañas de concienciación y el uso de las redes sociales pueden ser efectivos para generar cambios.
d) Medios de Comunicación Libres e Independientes
Los medios de comunicación libres e independientes son cruciales para exponer la corrupción y mantener informada a la ciudadanía sobre las actividades delincuenciales de la mafia política.
Proteger y promover la libertad de prensa, garantizando que los periodistas puedan operar sin miedo a represalias. Apoyar y promover el periodismo de investigación que destape casos de corrupción y abuso de poder. Esto puede incluir financiamiento para proyectos periodísticos independientes y la protección de los periodistas que cubren temas sensibles.
e) Reformas Económicas y de Gobernanza
Esto es muy importante, porque las reformas económicas y de gobernanza pueden reducir las oportunidades de corrupción y clientelismo, creando un entorno más equitativo y transparente.
Por ejemplo, reducir la burocracia y simplificar los trámites administrativos para disminuir las oportunidades de corrupción.
Promover la descentralización del poder para que las decisiones se tomen más cerca de los ciudadanos y sean más transparentes y responsables.
Implementar políticas y leyes anticorrupción efectivas, incluyendo la creación de agencias independientes con el poder y la capacidad para investigar y procesar casos de corrupción.
f) Cooperación Internacional
La cooperación internacional puede jugar un papel crucial en la lucha contra la mafia política, proporcionando apoyo técnico, financiero y político.
Solicitar y aprovechar la asistencia técnica de organizaciones internacionales en la implementación de reformas y en la capacitación de funcionarios públicos.
Adherirse a convenios y tratados internacionales que promuevan la transparencia y la lucha contra la corrupción, como la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (CNUCC).
Utilizar la presión internacional para denunciar y aislar a los líderes mafiosos, incluyendo sanciones económicas y políticas.
Finalmente, como usted puede apreciar, liberarse de una mafia política es un proceso arduo que requiere la cooperación, participación y el compromiso de todos los sectores de la sociedad. A través del fortalecimiento institucional, la participación ciudadana, el apoyo a los medios de comunicación libres, las reformas económicas y la cooperación internacional, una sociedad puede gradualmente desmantelar y desmontar las estructuras corruptas incrustadas y construir un sistema político eficiente, más justo, transparente y democrático.
El activismo ciudadano, la transparencia, la rendición de cuentas y el fortalecimiento de la sociedad civil son esenciales para erradicar este mal y construir una democracia auténtica que sirva verdaderamente a los intereses de todos los ciudadanos. Solo así se podrá garantizar un futuro donde la justicia, la igualdad de oportunidades para todos y la libertad sean las piedras angulares de la sociedad.
Este proceso no es fácil ni rápido, pero es esencial para garantizar que el poder político sirva al interés público y no a intereses privados ilegítimos y corruptos.
Si no proponemos, entre todos, podemos cambiar esta realidad.