El heredero de la fortuna más grande de Chile oficializó su candidatura a alcalde

Maximiliano Luksic, de 36 años, lanzó el primer video de su campaña para presidir la comuna santiaguina de Huechuraba

«Max» Luksic competirá con el apoyo de la derecha chilena en pleno.

(Desde Santiago, Chile) “Uno no escoge donde nacer, pero si donde servir”. Así reza el video con el que a través de su cuenta de X, Maximiliano Luksic, tercero hijo de Andrónico Luksic, el hombre más rico de Chile, oficializó este lunes su candidatura a la alcaldía de la comuna santiaguina de Huechuraba.



“Mi vida era quedarme en el mundo privado. Recibí la mejor formación para eso, podría haber seguido ese camino, pero descubrí que lo que más feliz me hace es ponerme al servicio de otros, con las herramientas que he recibido y desarrollado”, parte el video, en el que se aprecian imágenes de su infancia, varias de ellas junto a su conspicuo padre.

Luego se le ve visitando a una pobladora. “Me llamo Max Luksic y me estoy postulando para la alcaldía de Huechuraba”. Y a renglón seguido, asegura que “he estudiado la comuna y la he recorrido una y otra vez. Sueño con que esta comuna sea un referente en seguridad, en integración y en conectividad”.

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Maximiliano Luksic irá por la alcaldía de una comuna del barrio alto santiaguinoMaximiliano Luksic irá por la alcaldía de una comuna del barrio alto santiaguino

“Tengo ideas propias y nuevas, pero quiero escuchar las tuyas. Porque lo mío no es la politiquería, sino el compromiso y la gestión para solucionar tus problemas. Estoy seguro que Huechuraba puede más. Juntémonos. Con tu confianza, con tu apoyo, quiero pronto ponerme a trabajar para ti”, finaliza el registro.

Antes de dejar sorpresivamente la dirección de Canal 13 – del que su padre es dueño -, Maximiliano Luksic tuvo diversas reuniones con dirigentes de los partidos opositores que forman Chile Vamos y el Partido Republicano. Y aunque al principio su candidatura fue mejor vista en el conglomerado de centro-derecha, gracias su perfil harto menos conservador que el del partido de José Antonio Kast, finalmente fue visada transversalmente por la derecha en pleno – incluyendo a Demócratas y Amarillos -, primero porque su apellido es una marca más que reconocible y segundo, por sus infinitas posibilidades de financiamiento.

Cabe destacar que mientras Donald Trump es dueño de una fortuna estimada en USD 7.500 millones y en Chile, Sebastián Piñera, quien fue presidente dos veces, llegó a tener un patrimonio cercano a los USD 3 mil millones, dichos números palidecen ante la fortuna de la familia Luksic, que asciende casi a los USD 28 mil millones -según Bloomberg -, y los ubica en el lugar 61 dentro de las mayores del mundo.

La lucha por el sillón edilicio

En la competencia por la alcaldía de Huechuraba tendrá que medirse con Ignacio Silva (Ind.), quien en la elección anterior (2021) compitió bajo el alero de la Democracia Cristiana. Sin embargo, su verdadero oponente, sin duda es Carolina Rojas (PPD), actual concejala por la comuna.

La carta oficialista compite con cierta ventaja: en su primera elección sacó la segunda mayoría y en la reelección subió aún más sus números, siendo la que mayor cantidad de votos tiene entre los concejales de dicha comuna.

Su historia, además, es ideal para competir con alguien como “Max” Luksic, pues su madre es una asesora del hogar de ascendencia aymara que trabajó “puertas adentro” desde su adolescencia. A los 17 años, Rojas comenzó a trabajar, luego estudió Administración de Empresas y actualmente está sacando la ingeniería en esa área.

La actual concejala aseguró que en esta elección “está en juego la continuación de un proyecto ejemplar, que ha entregado condiciones de vida y desarrollo a la comunidad. Yo esto lo he visto como vecina y concejala de Huechuraba durante todo este tiempo, pero también está en juego una señal política profunda”, dijo en entrevista con El Mostrador.

Rojas señaló que son justamente los vecinos quienes deberán decidir “si ser representante de la comunidad debe ser el resultado de un trabajo de décadas, de preocupación real por la gente y del mérito que da la legitimidad o es, por otra parte, el resultado del apellido, el dinero y la influencia de alguien que pisó por primera vez la comuna para ser candidato, sin ningún tipo de rol público anterior”.

“Más que pesar un apellido, lo que realmente pesa es la experiencia en el territorio, y eso no tiene precio”, remató.