Piden al Gobierno de Luis Arce tomar acciones claras que solucionen la situación, que repercute en los bolsillos de la población boliviana
El sector productivo privado reporta una desaceleración de sus actividades producto de la escasez de dólares y la anormal provisión de combustibles, un problema que se ha acentuado en los últimos meses en el país. A través de sus representaciones piden al Gobierno de Luis Arce tomar acciones claras que solucionen la situación, que repercute en los bolsillos de la población.
“En el primer semestre de 2024, existe un descenso en el ritmo de la actividad económica en el sector industrial. La escasez de divisas encareció los costos de producción industrial. Asimismo, la escasez de hidrocarburos limita la producción. Se suman a este escenario los paros y bloqueos”, expresa la Cámara Nacional de Industria (CNI), a un cuestionario enviado por Los Tiempos.
Contracción
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En el oriente del país, “las empresas industriales están agotando sus inventarios de materias primas y han reducido sus compras al exterior”, señala el Centro Boliviano de Estudios Económicos (Cebec), dependiente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco).
Las empresas de servicios sienten la falta de dólares para adquirir insumos y dar continuidad a sus proyectos, y el comercio aún más, “puesto que depende exclusivamente de la disponibilidad de divisas”, acotó ese organismo.
“Por lo que se ha visto durante los últimos meses en el país, esta no es solamente la situación de las empresas en el oriente boliviano, sino de todas las empresas, pequeñas, medianas y grandes de nuestro país”, concluye el Cebec.
La falta de dólares comenzó a hacerse notoria a principios de 2023, cuando largas filas de personas se formaron en puertas del Banco Central de Bolivia que había decidido iniciar la venta directa de la moneda. Las filas en los surtidores, seguidas de la militarización de estos por órdenes de Arce, comenzaron en el primer semestre de este año.
A fines de junio, la decisión de la multinacional Kimberly-Clark de dejar el país para adaptarse “a los cambios del mercado” generó preocupación; así como la situación de supermercados Ketal, cuyos mostradores se quedan cada vez más vacíos de productos, y cuya situación económica es cada vez más difícil, según sus trabajadores, citados por la Red Nacional de Noticias Obreras.
Los Tiempos intentó contactarse vía telefónica y correo para conocer la situación de esta empresa, pero no se obtuvo respuesta.
Más empresas
La CNI señaló que, si bien el número de industrias ha crecido levemente en los últimos años, “el ritmo ha descendido, producto, en particular, del incremento del contrabando y la informalidad”. Para abril de 2024, había 39.928 industrias, un 0,77% más que a fines de 2023.
Datos del Servicio Plurinacional de Registro de Comercio (Seprec) dan cuenta que, a mayo de este año, existían 381.558 empresas, poco más que el año anterior (ver infografía).
Algo a resaltar, según la CNI, es que durante 2023 “el PIB del sector industrial creció en 1,82%”, menos del 2,2% que se tuvo en 2022.
Sin respuesta
Este medio consultó la posición de tres carteras de Estado con relación a las declaraciones del sector privado, pero hasta el cierre de esta edición no se tuvo respuesta.
La Cainco espera que “las autoridades económicas reconozcan la magnitud y el carácter del problema” y que se adopten medidas “para reestablecer el equilibrio macroeconómico”.
“Se ha tardado mucho tiempo en dar algunas señales tibias y las medidas implementadas, no representan soluciones estructurales y de largo aliento”, expresa esta organización empresarial.
Desde la CNI se expresó que se requieren incentivos, seguridad jurídica, economía estable y crecimiento. “Kimberly-Clark y Ketal son una señal importante para realizar ajustes en el entorno institucional y jurídico del país para promover las inversiones privadas”.
Para el economista Alberto Bonadona, “hay una desaceleración en la parte productiva” privada y pública desde 2015. El sector privado, en su opinión, no es agresivo, sino más bien cómodo y calculador con el sector público. “Hay timidez y, cuando pueden, aprovechan la situación”.
Para el analista Henry Oporto, esto genera una precarización del empleo nacional, que, si bien ha disminuido la tasa de desocupación, ha subido en precariedad y bajos salarios.
“El cuentapropismo ha aumentado. Es la forma en que la gente busca para generar ingresos”, manifestó Oporto. Él estima “que habrá una recaída de niveles de pobreza que el país había superado en años anteriores”.
Pedidos para lograr cambios
Desde la Cainco, se señaló que para mejorar la situación económica se debe restablecer el equilibrio macroeconómico, marcado por déficit fiscal, la caída de reservas internacionales y el aumento de la deuda pública (principalmente interna).
Asimismo, sugiere reducir “trabas” a la exportación y agroindustria, cambios normativos que mejoren el clima de negocios y promover la eficiencia para llegar a estándares internacionales.
La CNI, por su parte, sostiene que se debe impulsar la seguridad jurídica para las inversiones, ajustar la Ley de Inversiones, el Código Laboral, el Código Tributario y la Ley de Conciliación y Arbitraje.
Asimismo, “es fundamental crear un contexto económico de estabilidad y crecimiento con incentivos fiscales para la empresa privada, reducción de la tramitología, combate al contrabando, apertura de nuevos mercados, entre otros factores”, añade la organización, además de resaltar la necesidad de “sinergia pública y privada”.