Según una investigación que difundió el diario estadounidense The Washington Post, el capo del narco Sebastián Marset tejió una red criminal y de influencias que le permitieron lavar grandes cantidades de dinero a través del fútbol y su patrocinio a clubes sudamericanos y europeos.

Además de su vínculo con el club Los Leones de la División Aficionados del balompié boliviano, Marset también extendió su influencia al fútbol europeo. El Post señala en su reportaje que era dueño del Trikala Futbol Club de Grecia, equipo al que habría transferido a jugadores del Rubio Ñu de Paraguay, entidad futbolera guaraní a la que aportó con dinero, de acuerdo con la Fiscalía de Paraguay.

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“Marset era dueño del Trikala Futbol Club de Grecia, del que el anterior propietario había sido brutalmente asesinado de 12 tiros y luego quemado dentro de un vehículo”, dice parte de la publicación del Washington Post.

Pero Marset no solo aportaba con dinero, también se dio el gusto de jugar tanto en el Capiatá de Paraguay como en Los Leones de Bolivia.

Fútbol

Para jugar en Leones de Santa Cruz tenía identidad falsa. Se hacía llamar Luis Amorim y destacaba como armador de juego en ese club oriental.

Se dice que pagó hasta $us 10.000 para vestir la camiseta número 10. Los árbitros no pitaban cuando cometía faltas bruscas y el charrúa sonreía con esbozo, según testimonios de testigos que lo vieron en las canchas.

En Bolivia se lo vinculó con gente relacionada al fútbol nacional como los exjugadores Gualberto Mójica, Alejandro Gómez y también con el uruguayo Christian Latorre, exfutbolista de Blooming.

Incluso el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Fernando Costa, declaró como testigo ante la Fiscalía de Sustancias Controladas en el marco de las investigaciones por el caso Sebastián Marset.

Sus presuntas inversiones en el deporte le permitieron enviar droga a Europa.

El fiscal paraguayo Deny Pak denunció que, en abril de 2021, la red criminal que lidera el uruguayo en sociedad con Miguel Insfrán, alias “Tío Rico”, ya enviaba droga a Europa desde 2021.

Marset se instaló en Bolivia entre 2018 y 2022, escapó del país tras eludir un operativo policial el 29 de julio de 2023. Ahora las autoridades bolivianas creen que está en Dubái, Emiratos Árabes.

ReviseA los 31 años, Marset tenía una fortuna de $us 1.000 millones