Un grupo reducido de agentes estadounidenses y uruguayos siguió los pasos del narcotraficante prófugo Sebastián Marset, desde 2021, para conocer su sistema de operación transcontinental, de acuerdo con una investigación publicada recientemente por el periódico estadounidense The Whashington Post.
Fuente: lostiempos.com
Marset está prófugo de la justicia paraguaya y boliviana por delitos de narcotráfico. Es considerado el principal ideólogo, organizador y supervisor de una red internacional dedicada al tráfico de drogas, cuya base de operaciones está en Paraguay y Bolivia.
Las agentes documentaron cómo Marset y su organización trasladaban enormes cantidades de cocaína desde Sudamérica hasta Europa. “Enviaban aviones pequeños desde el principal aeropuerto comercial de Paraguay y luego los pilotos apagaban el radar. Volaban en secreto a través de la frontera con Bolivia y aterrizaban en granjas remotas en el Chapare, la región cocalera del país, donde los traficantes llenaban los aviones con entre una y dos toneladas de cocaína”, refiere el reportaje.
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Luego, los aviones regresaban a Paraguay y aterrizaban en una de las pistas de aterrizaje clandestinas en la zona norte del país. La cocaína era transportada en camiones hasta los buques portacontenedores que esperaban en el río Paraguay, que fluye a través de Paraguay hasta la desembocadura del océano Atlántico por puertos uruguayos.
Los traficantes sabían que esos barcos casi nunca eran inspeccionados antes de llegar a Europa; el puerto de Montevideo (Uruguay) sólo tenía un escáner semifuncional. Cada avión cargado de cocaína valía más de 20 millones de dólares una vez descargado en Bélgica o los Países Bajos.
Las autoridades identificaron al menos 13 aviones privados utilizados por el cártel. Cuatro de ellos, según descubrieron los investigadores, se utilizaban exclusivamente para trasladar dinero en efectivo.
Pasaporte boliviano
En la investigación se señala que los agentes a cargo de la persecución del capo del nuevo cartel fueron aislados del resto de la Policía para evitar filtraciones. Ellos lograron documentar sus contactos con empresarios, la creación de empresas fantasma y el uso de los equipos de fútbol para el lavado de dinero. La tarea más difícil fue identificar a Marset.
La primera pista la recibieron en 2021. Marset estaba a punto de abordar un avión privado en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, en las afueras de Asunción (Paraguay), la capital. Se destacaba del resto de los pasajeros y sus tatuajes coincidían con los que habían escuchado. Cuando le pidieron su identificación, el hombre sacó un pasaporte boliviano.
Los agentes inmediatamente tuvieron la certeza de que el documento era falso. Revisaron sus datos biométricos y apareció el nombre de un ciudadano uruguayo: Sebastián Marset, pero le permitieron subir al avión. El objetivo era construir un caso para desmantelar su cártel. Durante los meses siguientes, los agentes paraguayos comenzaron a seguirle la pista.
Conexiones
La investigación evidenció reuniones en Paraguay entre Marset y el presunto narcotraficante brasileño Marlon Santos Silva Beiño; y con Alberto Koube Ayala, el empresario paraguayo que, según los agentes, era responsable de lavar parte de las ganancias de la droga de Marset.
Empresas
Se documentó el método usado por Marset para crear empresas fantasma en todo el sector privado de América Latina. Pagaba por publicidad en los medios locales para que las empresas parecieran legítimas. Marset promocionaba su éxito como productor musical, propietario de un concesionario de automóviles de lujo o como benefactor de un estudio de artes marciales llamado Team Force Training Center.
Los investigadores se esforzaban por discernir cuáles de sus negocios existían sólo en papel y cuáles eran reales. Uno de los investigadores paraguayos aseguró que se trataba de un hombre inteligente, pero sociópata.
Compra del Rubio Ño
Los agentes indicaron cómo Marset se paseaba en Asunción en un Lamborghini plateado y cómo se acercó a un equipo de fútbol de segunda división llamado Rubio Ñu.
A las pocas semanas de su llegada, Marset contrató a un equipo de construcción para edificar un nuevo vestuario. Esta vez, practicó con el equipo, pero no jugó en los partidos. Después de la práctica, escribió las mismas frases anodinas que usaba en los mensajes de texto a los narcotraficantes que trabajaban para él: “Siempre esté un paso adelante, mi hermano”.
Marset designó a su hermano Diego Marset como intermediario entre su organización narcotraficante y el equipo, dijeron los investigadores al Washington Post. Diego se lanzó a una ola de reclutamiento e incluyó a 11 jugadores veteranos.
Los agentes se dieron cuenta de que a medida que Sebastián Marset se movía de un equipo de fútbol a otro, también estaba jugando con formas en que el deporte podría usarse para convertir fondos ilícitos en dinero limpio. Estaba expandiendo, escribieron en un informe paraguayo de 500 páginas, “el universo del fútbol dentro de su esquema de lavado de dinero”.
En Rubio Ñu, señalaron los investigadores, Marset se enfocaba en la compra y venta de jugadores, una de las formas más antiguas de lavado de dinero, a través del deporte.
Según los investigadores, pretendía vender sus jugadores a un equipo que identificó en Europa como una práctica de lavado de dinero.
En agosto de 2021, los investigadores estadounidenses y uruguayos estaban cada vez más cerca de detener a Marset en lo que llamaron la mayor investigación antinarcóticos en Paraguay, “A Ultranza”. Tenían suficiente documentación para 50 acusaciones contra Marset y sus asociados, dijeron los investigadores; pero, en septiembre de 2021, Marset había sido detenido en Dubai por uso de pasaporte falso.
Mientras las fuerzas del orden de todo el hemisferio occidental lo buscaban, Marset decidió dejar de esconderse e instalarse en Santa Cruz y, durante más de un año, expandió su imperio inmobiliario.
En mayo de 2023, las autoridades bolivianas recibieron una llamada de la policía antinarcóticos paraguaya. Los paraguayos habían localizado a Marset en Santa Cruz y necesitaban que los bolivianos actuaran.
Decenas de agentes llegaron a su casa la mañana del 29 de julio y entraron a la fuerza. Pero Marset y su familia ya no estaban. Recientemente, se conoció de la detención de su esposa, Gianina García, en Madrid.
Operativo
En Paraguay confiscaron 9 aviones, 4.000 cabezas de ganado, 13 tractores, 3 yates; 100 MM de dólares en activos.
Declaración
En noviembre de 2023, Marset concedió una entrevista televisiva, negó el asesinato del fiscal Marcelo Pecci.
Fuente: lostiempos.com