El expresidente Evo Morales cuestionó que Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA) se hayan pronunciado respecto del “fallido golpe de Estado” contra el gobierno del presidente Luis Arce y no contra el “golpe”, como lo llama el líder cocalero, de 2019.

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“Durante el golpe de Estado de noviembre de 2019, intentaron matarnos, nos persiguieron, no solo a mí, sino a otras autoridades, ministros, gobernadores, alcaldes, dirigentes, quemaron casas, asesinaron a muchos hermanos. Todo eso contó con la complicidad y el apoyo de los Estados Unidos y Luis Almagro, (secretario general de la OEA)”, escribió Morales en su cuenta de X.

Morales es el principal actor político que puso en duda la veracidad de la acción militar liderada por el excomandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, que ingresó a la plaza Murillo, en La Paz, en una tanqueta militar y con efectivos militares fuertemente armados.

El exjefe militar intentó ingresar al Palacio Quemado, pero el presidente Arce detuvo su paso en la puerta de ese edificio y le ordenó que repliegue a su personal, pero el uniformado se negó.

 

Poco después, en un acto en Casa Grande del Pueblo, Arce removió al Alto Mando Militar; inmediatamente, Zúñiga y sus seguidores abandonaron el Kilómetro Cero de la sede de Gobierno; militares y tanquetas dejaron el centro político.

El Gobierno calificó ese hecho como “un golpe de Estado fallido”.

“¿Por qué en esta oportunidad tanto la OEA como los Estados Unidos condenaron la acción militar? ¿Si hubiesen estado detrás de la asonada militar no hubieran respaldado a Zúñiga?”, reclamó Morales en su publicación.

GOLPE DE ESTADO VS ‘AUTOGOLPE’

Desde ese día, el presidente Arce recibió el apoyo de varios sectores y políticos del país; también de otros mandatarios de la región. Sin embargo, otros advirtieron de un “autogolpe” organizado y coordinado entre el Gobierno y el excomandante Zúñiga, ahora detenido preventivamente en el penal de El Abra, en Cochabamba, por disposición de la Fiscalía.

Esa medida cautelar, dispuesta por la Justicia, también alcanzó a Marcelo Zegarra, excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), y al excomandante de la Armada vicealmirante Juan Arnez Salvador.

Aparte de ellos, otras 19 personas fueron aprehendidas por ese acto; el último fue el comandante de las Fuerzas Especiales F10, Vladimir Lupa, en Cochabamba.

“Es necesaria una investigación seria, transparente e imparcial en este caso. El pueblo tiene derecho a la verdad”, ratificó Morales.