Marcharon contra el proyecto de traída de agua de Sijllahuiri señalando que se afectaría su producción agrícola.
Los pobladores de las comunidades de Chiracoro, Pampoyo, Ingenio, Cayara, Santa Lucía, La Palca, Molino y La Puerta son parte de la Subcentral Santa Lucía y reciben las aguas de Sijllahuiri, la cual no quieren que se utilice en un proyecto de aducción para la ciudad de Potosí.
Ayer marcharon por las calles de la Villa Imperial demandando que se paralice el proyecto de aducción de Sijllahuiri y que, si se quiere hablar de eso, primero se construya una represa en su zona.
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El dirigente Jhonny Quispe explicó que los comunarios utilizan el agua de Sijllahuiri para su consumo personal, riego y consumo de sus animales.
Sostiene que, en caso de que se realice una aducción directa, ellos serían afectados con la disminución del recurso porque son poblaciones río abajo que dependen del recurso.
Detalló que en 2017 aceptaron el uso de 40 litros por segundo a través del bombeo de La Palca, pero a cambio había el compromiso de que en su región se construiría una represa para garantizar el agua para riego.
Después de la marcha bloquearon los accesos a la plaza central y las puertas de la Gobernación demandando diálogo y los técnicos del Gobierno Autónomo Departamental de Potosí recibieron a las autoridades con quienes comenzó el dialogo.
Tras la explicación que se dio respecto al proyecto de aducción de agua de Sijllahuiri, las autoridades de la Subcentral Santa Lucia acordaron un cuarto intermedio con el personal de la Gobernación con el compromiso de volver a reunirse el viernes pero, cuando informaron eso a la gente, surgieron cuestionamientos.
Presionados por las bases, los dirigentes rompieron el acuerdo y anunciaron que, en caso de que el gobernador, Marco Antonio Copa, no les reciba en persona, iniciarán medidas de presión.
POSICIONES
Es claro que una parte de la población de esa subcentral quiere que se dialogue y se pueda establecer una solución al problema definiendo la forma de compartir el agua puesto que muchos viven en la Villa Imperial y sus hijos estudian aquí en colegios y la universidad, beneficiándose de todos los servicios que se genera a través de las instituciones.