La funcionaria estaba sometida a la presión tanto de demócratas como de los republicanos, que pedían su dimisión después de que un hombre de 20 años hiriera al candidato presidencial republicano en una oreja durante un mitin
La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle. REUTERS/Kevin Mohatt
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(Con información de EFE, AP y AFP)
Fuente: infobae.com
La hasta ahora directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle, dimitió este martes tras las críticas suscitadas por los errores en la seguridad del mitin en Butler (Pensilvania) en el que el expresidente Donald Trump (2017-2021) sufrió un intento de asesinato, según adelantó la cadena NBC.
Cheatle estaba sometida a presión de demócratas y republicanos que pedían su dimisión después de que un hombre de 20 años hiriera al candidato presidencial republicano en una oreja el 13 de julio en Pensilvania (este).
La jefa del Servicio Secreto desde agosto de 2022, enfrentaba crecientes pedidos de dimisión y varias investigaciones sobre cómo el agresor pudo acercarse tanto al candidato presidencial republicano en un mitin de campaña al aire libre en Pensilvania.
“Asumo toda la responsabilidad por la falla de seguridad”, dijo en el correo electrónico al personal el martes. “A la luz de los acontecimientos recientes, he tomado con gran pesar la difícil decisión de dejar el cargo de directora”.
La cadena NBC adelantó, citando a tres fuentes familiarizadas con el tema, que la renuncia se ha producido después de varios llamamientos de los legisladores a que renuncie.
Precisamente ayer Cheatle compareció en un comité de la Cámara de Representantes y afirmó que el intento de asesinato al expresidente Donald Trump supuso el “mayor fallo operativo” de la agencia “en décadas”.
Cheatle asumió “la responsabilidad completa” del lapso en “seguridad” de su agencia y aseguró que coopera con las investigaciones en curso sobre el atentado.
El ex presidente estadounidense Donald Trump es sacado del escenario por el Servicio Secreto tras un atentado en Butler, Pensilvania (Estados Unidos). EFE/David Maxwell
La oposición republicana había pedido la renuncia de Cheatle, al frente de la agencia encargada de la seguridad de Trump.
Trump fue herido de bala en una oreja mientras participaba en un mitin en Butler (Pensilvania). El tirador había trepado a un tejado a unos 140 metros del expresidente, aunque fuera del perímetro de seguridad.
Testigos habían alertado desde dos minutos antes de los disparos de la sospechosa presencia del agresor, un joven de 20 años cuyos motivos aún se desconocen y que fue abatido por agentes del Servicio Secreto.
Durante la audiencia, los republicanos protestaron por la negativa de Cheatle de responder a la mayoría de sus preguntas alegando que hay varias investigaciones en curso con las que el Servicio Secreto está colaborando para esclarecer qué falló en el operativo.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), del que depende el Servicio Secreto, anunció este domingo el inicio por orden del presidente, Joe Biden, de una investigación independiente a lo ocurrido con miembros de los dos partidos que debe concluir en un plazo de 45 días.
La investigación la formarán, entre otros, Janet Napolitano, exsecretaria de Seguridad Nacional con Barack Obama (2009-2017); o Frances Townsend, exasesora de Seguridad Nacional de George W. Bush (2001-2009).
Un espectador dio la voz de alarma a la policía, pero ésta no logró detenerlo antes de que abriera fuego, lo que ha provocado la indignación y polémicas por los fallos de seguridad en el mitin de Butler (Pennsylvania).
Un vídeo publicado en Internet muestra a varias personas apuntando a Thomas Matthew Crooks, de 20 años, mientras observaban desde el perímetro exterior del acto, que debía estar bajo el control de la policía local.
Crooks es claramente visible en el vídeo y se le puede ver dejándose caer de frente y tumbándose antes de rodar por el techo y arrastrarse hacia delante sobre manos y rodillas.
“¿Puedes verlo?” pregunta un hombre. “Sí, está tumbado”, responde una mujer.
Mientras Crooks se arrastra por el techo, una voz masculina grita “oficial” después de que otro hombre se une al pequeño grupo de espectadores. Dos de las mujeres empiezan a gritar “está en el tejado” y a señalar.
“Justo ahí”, grita una de las mujeres, mientras Crooks se arrastra hacia su posición de tiro.
Se estima que la policía tuvo dos minutos para detener a Crooks desde el momento en que fue descubierto.
El policía que intervino pero no pudo evitar los disparos
Un oficial de policía local finalmente subió al edificio hacia el tirador, pero no logró detenerlo después de un breve enfrentamiento en la azotea.
Crooks apuntó con su rifle al oficial, obligándolo a retroceder por una escalera que usó para subir al techo. Poco después disparó unos ocho tiros contra el ex presidente.
La oreja de Trump sufrió un rasguño, un transeúnte murió y otros dos en el mitin resultaron heridos el sábado.
El sheriff del condado de Butler, Michael T. Slupe, dijo que el oficial estaba agarrado al borde del techo después de subir usando una escalera y no pudo alcanzar su arma cuando Crooks le apuntó.
“Él lo suelta porque no quiere que lo maten”, dijo el sheriff.
Infografía que describe el momento del intento de asesinato de Trump
Errores en el operativo de seguridad
Francotiradores del Servicio Secreto mataron a Crooks, pero la agencia, responsable de proteger a los líderes estadounidenses actuales y anteriores, enfrenta feroces críticas por la falla de seguridad.
Se han formulado preguntas sobre cómo el pistolero pudo tomar una posición con una línea de visión hacia el candidato presidencial y por qué no había un oficial apostado en la azotea, que estaba a 150 metros del escenario de Trump.
Ha surgido una disputa sobre si el Servicio Secreto o la policía local tenían la responsabilidad de asegurar el techo, que estaba en el perímetro exterior del mitin en Butler.
También se ha cuestionado el uso de agentes locales, que no tienen la misma formación de élite que el Servicio Secreto, en medio de preocupaciones por la falta de recursos para la agencia.
“Este fue un fracaso catastrófico. Nunca debería haber sido una posibilidad remota”, dijo al Washington Post Jason Chaffetz, ex presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, que dirigió una investigación sobre el Servicio Secreto en 2015.
“Aparentemente dependen en gran medida de la policía local. Con el debido respeto a las autoridades locales, simplemente no están capacitados para hacer esto”.