Rodrigo Hernández Cascante ha sido el eje sobre el que se ha sostenido la selección española. El mediocentro del Manchester City tuvo que perderse la segunda parte de la final, lesionado, pero aun así la UEFA lo ha reconocido como mejor jugador del torneo, premio que subió a recoger entre las reverencias de sus compañeros.
Rodri deja unos números de seis partidos jugados para 521 minutos (se perdió por sanción el intrascesdente choque ante Albania), firmando una diana ante Georgia y, sobre todo, 411 pases buenos sobre 439 intentados, para un porcentaje del 93,62%. En la final, Southgate prescindió del talento de uno de sus mejores jugadores, Foden, para que ejerciera como perro de presa del pivote español.
El último Mundial había dejado sensaciones agridulces en lo que a Rodri respecta, toda vez que no pudo desplazar a Busquets en su puesto natural y terminó desempeñándose como central, pero la Eurocopa lo corona definitivamente como un futbolista de leyenda también para la selección.
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Y el futuro es de Lamine, elegido mejor jugador joven de una Euro cuya final jugó con 17 años, sí, pero recién cumplidos tras haber disputado el resto de la competición con 16. Yamal participó en los siete partidos, con 507 minutos sobre el césped para firmar un golazo a Francia y dar hasta cuatro asistencias a sus compañeros. El jugador del Barcelona disparó 18 veces, siete de ellas entre palos, y dejó un tanto por ciento del 82,14 en cuanto a pases.
Se rompió, por último, la estadística de que cada partido dejara un MVP distinto en lo que a La Roja respecta. Nico Williams consiguió en la final, en la que entre otras cosas abrió el marcador, lo que ya había conseguido en la fase de grupos contra Italia. También recibieron reconocimiento Fabián Ruiz frente a Croacia, Ferran Torres ante Albania, Rodri en octavos, Dani Olmo en cuartos y Lamine en semifinales.