Fuente: La Voz de Tarija
La situación de las personas en situación de calle en Tarija ha captado la atención de las autoridades municipales, quienes trabajan incansablemente para brindarles ayuda y refugio. Myrian Gallardo Ovando, secretaria Municipal de la Mujer, Familia y Poblaciones Vulnerables, informó sobre un caso reciente que resalta las dificultades enfrentadas por estas poblaciones y los desafíos que enfrenta el personal municipal en sus esfuerzos humanitarios.
El incidente involucra a una mujer que fue encontrada durmiendo en la intemperie en la vereda de la Avenida Las Américas. Identificada como una bebedora consuetudinaria, la mujer se negó a ser trasladada al albergue Pedro Antonio Flores a pesar de la insistencia del personal de la Alcaldía de Tarija. Este caso no es aislado, ya que Gallardo mencionó que situaciones similares se observan en otros puntos de la ciudad, como la ex Terminal de Buses, la Terminal y la Parada del Norte.
La negativa de esta mujer a aceptar ayuda resalta una problemática compleja. Las personas en situación de calle, especialmente aquellas que son bebedoras consuetudinarias, a menudo enfrentan una serie de barreras que dificultan su aceptación de asistencia. Estas barreras pueden incluir problemas de salud mental, desconfianza hacia las autoridades y una falta de comprensión de las alternativas disponibles. La resistencia a ser trasladados a albergues también puede estar ligada a una sensación de pérdida de autonomía y control sobre su propia vida.
En contraste, Gallardo también mencionó el caso de otro bebedor consuetudinario que aceptó ser trasladado al albergue Pedro Antonio Flores. Este individuo agradeció al personal por su intervención, reconociendo que evitar pasar la noche en las calles frías fue un acto de socorro significativo. Este contraste subraya que, aunque algunos aceptan la ayuda, otros permanecen reticentes, lo que requiere enfoques diversos y personalizados.
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La labor de la Secretaría Municipal de la Mujer, Familia y Poblaciones Vulnerables, junto con la Secretaría Municipal de Salud y Desarrollo Humano, es crucial para abordar estas situaciones. Todas las noches, el personal de estas dependencias realiza rastrillajes en diferentes puntos de la ciudad, proporcionando bebida caliente, ropa de abrigo y trasladando a las personas a los albergues habilitados. Según Gallardo, entre 15 y 20 personas son asistidas cada noche, un esfuerzo que demuestra el compromiso de las autoridades municipales con el bienestar de las poblaciones vulnerables.
Sin embargo, el trabajo no es fácil y está plagado de desafíos. La negativa de algunas personas a aceptar ayuda subraya la necesidad de estrategias de intervención más efectivas y comprensivas. Esto podría incluir programas de sensibilización y educación, servicios de salud mental y adicciones, y la creación de relaciones de confianza entre las personas en situación de calle y el personal de asistencia. Además, es esencial un enfoque colaborativo que involucre a organizaciones no gubernamentales, la comunidad y otras entidades gubernamentales para proporcionar una red de apoyo integral.
La situación en Tarija es un reflejo de un problema global: la complejidad de la vida en la calle y la resistencia a la ayuda no pueden ser abordadas con soluciones únicas. Requiere un esfuerzo multifacético y sostenido, así como una comprensión profunda de las razones detrás de la resistencia a los albergues. La historia de la mujer en la Avenida Las Américas es un recordatorio de la humanidad compartida y de la necesidad de persistir en la búsqueda de soluciones que respeten la dignidad y las necesidades de cada individuo.
En conclusión, el caso de la mujer que se negó a ir al albergue en Tarija pone de manifiesto los desafíos continuos que enfrentan las autoridades en su misión de ayudar a las poblaciones vulnerables. A pesar de estos desafíos, los esfuerzos incansables del personal municipal son un testimonio del compromiso de la ciudad con el bienestar y la dignidad de todos sus ciudadanos. La necesidad de enfoques innovadores y colaborativos nunca ha sido más evidente, y el camino hacia la solución requiere empatía, perseverancia y una acción concertada.