Luego que, en Cusco, Perú, se detectará gripe aviar, las autoridades sanitarias de Bolivia determinaron intensificar los controles en las zonas fronterizas entre ambos países para evitar el ingreso de la enfermedad.

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El Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), a través del Jefe Nacional de Sanidad Animal, Esper Burgos, informó que se impide el ingreso de aves o productos derivados de éstos para evitar el contagio de la enfermedad en el país.

“Lo que se ha pedido es Intensificar el control de ingreso de animales, en este caso aves o vehículos que transporten aves o algún subproducto que tengan que ver de origen aviar”, informó Burgos a Radio Fides.

Informó que se hizo la representación ante el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) de Perú para que pueda informar sobre el brote de fiebre avícola en Cusco la semana pasada por lo que se tomaron las medidas restrictivas para el ingreso de aves desde Perú a territorio nacional.

Los controles se hacen particularmente en Yunguyo y Casani, principal paso fronterizo entre Bolivia y Perú.

Ante la detección de la gripe aviar en Cusco, las autoridades sanitarias del país vecino declararon 30 días de cuarentena para controlar la enfermedad.

La gripe aviar fue detectada el 25 de junio en la avenida El Ejército de la ciudad de Cusco, donde ser comercializa aves y donde se ha reportado alta patogenicidad de la enfermedad.

Emergencia

En Bolivia, el 27 de enero del año pasado se confirmó el brote de gripe aviar de alta patogenicidad en una granja de aves de postura (gallinas ponedoras de huevo) en el municipio de Sacaba, Cochabamba.

Ante ello, el Gobierno declaró emergencia zoosanitaria y activó un plan, que cumplió con los parámetros internacionales, para controlar y erradicar la enfermedad.

Cinco meses después, en junio, el Gobierno creó un fideicomiso de hasta Bs 22 millones para financiar con créditos la reactivación de los productores de gallinas de postura comercial afectados por la influenza aviar de alta patogenicidad en Cochabamba.

La enfermedad en Bolivia ocasionó la pérdida de unas 590.000 aves, entre muertas y sacrificadas, cifra menor respecto a otros países de la región como Ecuador, que registró el deceso de 1,3 millones de aves.