Autos eléctricos y lácteos, víctimas en la guerra económica entre China y la UE

Bruselas anunció que aumentaría en un 36% los impuestos a los autos eléctricos chinos durante los próximos cinco años. Un anuncio realizado el martes 20 de agosto con el que las autoridades europeas buscan proteger su economía. China contestó inmediatamente con una investigación sobre las subvenciones de los lácteos europeos.

Des fromages importés d'Europe sont disposés dans un super marché de Pékin, mercredi 21 août 2024. Image d'illustration.
Quesos europeos en un supermercado de Pekín, miércoles 21 de agosto de 2024. Foto de ilustración. © Ng Han Guan / AP

«El ministerio de Comercio decidió abrir una investigación antidumping sobre determinados productos lácteos importados desde la Unión Europea a partir del 21 de agosto de 2024″, anunció un comunicado ministerial chino, en un contexto de tensión tras la decisión de Bruselas de aumentar los aranceles a los vehículos eléctricos chinos.

La UE confirmó el martes 20 de agosto su intención de aumentar los impuestos a los autos eléctricos procedentes de China. Una medida para proteger el mercado, según las autoridades europeas, que también anunciaron su deseo de “mantener la puerta abierta a una solución” con Pekín.



No obstante, los países europeos siguen divididos sobre el tema. Alemania teme posibles consecuencias en su industria automotriz: los fabricantes Audi, BMW, Mercedes y Volkswagen realizan cerca del 40 % de sus ventas mundiales en China.

Proteger el mercado interno

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En Europa, la industria de autos eléctricos emplea a 14,6 millones de trabajadores y está cada vez más amenazado por la llegada de marcas chinas cuyos precios son muy competitivos. Hace tres años, las marcas chinas representaban el 3% del mercado europeo, en 2024 alcanzan un 22 %, según las estimaciones del sector.

La propuesta de aumentar los impuestos se debe a que China subvenciona la industria de automóviles eléctricos, según una investigación de la Comisión Europea.

Aunque la Unión Europea aún deben validar la medida, que entraría en vigor en octubre y durante cinco años, China respondió a esta iniciativa asegurando que investigaría la ‘competencia desleal’ de los europeos en las subvenciones de productos lácteos.

Por su parte, la Cámara de Comercio China en la Unión Europea ha advertido sobre las consecuencias «negativas» en las relaciones entre Pekín y Bruselas, criticando un «proteccionismo» disfrazado.

En un comunicado, el ministerio chino de Comercio hizo saber que «se opone vigorosamente» a la decisión de Europa.

Bruselas se declara «abierta» a cualquier otra solución que provenga de Pekín, siempre que sea conforme a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que China, de hecho, ha invocado en julio.

Con AFP