Más de un mes después del suceso, continúan las investigaciones para esclarecer los hechos del 26 de junio, cuando el excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, lideró lo que el Gobierno calificó como un “intento fallido de golpe de Estado”.

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El jueves, se realizó una audiencia de apertura que sometió a peritaje más de 45 dispositivos móviles de los militares que participaron en la asonada militar.

“Estos elementos, a partir de la georreferenciación, permiten establecer que todas las reuniones previas al 26 de junio se han materializado precisamente en esa fecha; en la irrupción del Estado de derecho, que ha permitido el transporte de tropas de Corocoro, Achacachi, hasta el centro político más importante del país que es la plaza Murillo”, informó el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera.

Asimismo, la autoridad precisó que, hasta la fecha, 62 personas brindaron declaraciones ante la Fiscalía sobre lo sucedido el 26 de junio, cuando los militares, armados y en tanquetas, se pasearon por la plaza Murillo y derribaron la puerta de Palacio de Gobierno.

“En el trascurso del tiempo se han ido recibiendo una serie de testimonios que afirman que el señor Zúñiga habría liderado, conjuntamente, un staff conformado por comandantes de la Policía, de Bomberos, del CEO (Comando Estratégico Operacional) y de otras estructuras importantes en esta asonada”, afirmó.

De esta manera, Aguilera considera que el discurso del “autogolpe” se queda sin ningún sustento. Afirmó que se trató de un “ardid” de Zúñiga.

Durante su aprehensión el exgeneral declaró ante los medios que el “golpe” fue una estrategia del presidente Luis Arce para subir su popularidad.

Desde entonces, la oposición y el ala evista del Movimiento Al Socialismo (MAS) insisten en que el 26 de junio se vivió un autogolpe y un “show bien montado”.