Productores de pan de El Alto, Cochabamba y Santa Cruz dicen que la subvención no alcanza a todos. Pese a ello, el Gobierno amenaza con procesos a quien suba el precio del pan de batalla. El gerente regional de Emapa anunció que se importará 60.000 toneladas del grano por un valor de $us 270 cada una. Según el INE, la demanda anual supera las 800.000 toneladas
El trigo importado se convertirá en harina para el abastecimiento interno, según Emapa
Fuente: Unitel
Por Álvaro Rosales Melgar
Después de que panificadores de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz denunciaran que la harina que vende la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) no alcanza para mantener la subvención, el Gobierno nacional anunció la compra de 60.000 toneladas de trigo para tratar de abastecer el mercado interno, según el gerente regional de la enntidad en Santa Cruz, José Luis Ninavia.
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Sin embargo, esta compra no logrará cubrir ni el 10% de la demanda anual de trigo, cifrada por el Instituto Nacional de Estadísticas en más de 840.000 toneladas.
Ninavia reportó que se gastarán $usa 270 por tonelada del grano desde Argentina, es decir, más de $us 16 millones que al tipo de cambio oficial significan Bs 110 millones.
En 2024, el Gobierno proyectó Bs 700 millones para la subvención de alimentos, que incluye la compra de maíz que debe abastecer a productores avícolas, porcicultores y ganaderos, además de solventar la compra de arroz para tratar de mantener los precios bajos en los mercados. Pese a ello, Ninavia aseguró que Emapa tiene los fondos para cubrir esta compra.
La semana pasada, la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) reportó que la cosecha de trigo de este año apenas superaría las 60.000 toneladas, cuando se esperaba recoger más de 150.000.
Los productores además explicaron que la mayor parte de esta cosecha estaba siendo comprada por las empresas privadas, que pagan un mayor precio que la estatal de alimentos. Además, a principio de la campaña de invierno, los productores de trigo habían denunciado desincentivo para su producción, debido al precio ofrecido por Emapa, que respondió que pese a ello estaban por encima del precio internacional del producto.
El resultado de la sequía y de la disminución de la superficie sembrada fue una menor producción de trigo en 2024 y una mayor dependencia de la importación de la materia prima para el pan.
Ninavia es el máximo ejecutivo de Emapa en Santa Cruz
Desde 2022, los productores de trigo han pedido al Gobierno la aprobación de eventos transgénicos que palien las condiciones del clima y vientos a los que se enfrenta la producción en Bolivia. Desde el año pasado, Argentina comenzó a producir trigo transgénico con el mismo evento pedido por los agricultores bolivianos.
Pese a ello, Ninavia asegura que el trigo que ahora Bolivia le comprará a los argentinos es híbrido y no se importará grano producido con biotecnología.
Consultado sobre cuándo llegará el trigo importado al país, Ninavia no supo precisar una fecha y aseguró que se notificará cuando la importación “esté cerca”
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Respuesta a los panificadores
Ninavia también sostuvo que no existen fallas en el abastecimiento de harina y recordó que se tiene suscrito un convenio con el sector panificador con miras al abastecimiento y expresó que hasta la fecha se entregaron 1,3 millones de quintales, teniendo como meta sobrepasar los 2,5 millones de quintales.
“No estamos teniendo ningún inconveniente y tampoco ninguna equivocación. Nosotros estamos cumpliendo al 100% con el abastecimiento normal de harina de trigo al sector panificador”, sostuvo el ejecutivo.
Desde la semana pasada, panificadores de regiones como El Alto y Cochabamba vienen advirtiendo fallas en el abastecimiento de harina y reflejaron que no garantizan la provisión del pan de batalla.
“Hasta la fecha nos deben más de 50.000 quintales de harina (…) A partir del día lunes no garantizamos el pan de batalla y tampoco garantizamos el peso del pan”, dijo en días pasados el dirigente alteño, Fidel Paco.
“Nosotros vamos a producir hasta donde nos alcance. Fines de mes prácticamente va a escasear el pan de batalla”, manifestó por su parte Feined Olivera, de la Asociación de Panificadores de Cochabamba.
En el mercado nacional, el quintal de harina ha sufrido un incremento de hasta Bs 60 por quintal y, según los panificadores, de esta manera se hace imposible mantener el precio del pan de batalla en 50 centavos, manteniendo al mismo tiempo un peso de 60 gramos por unidad.