Imperativos económicos para el futuro de Bolivia

En el contexto económico actual de Bolivia, es imprescindible que implementemos reformas que, aunque difíciles, son absolutamente necesarias para asegurar un desarrollo sostenible y equilibrado en nuestro país.

Uno de los pasos más importantes para revitalizar nuestra economía es la reducción de impuestos y la adecuación de la normativa a la realidad boliviana. En un país donde la informalidad es alta, los elevados impuestos solo fomentan el crecimiento de actividades no registradas y dificultan el desarrollo de la industria formal. Un sistema tributario más sencillo y con tasas más bajas puede incentivar a las empresas a formalizarse, contribuyendo a que el país logre unas finanzas públicas sanas y en equilibrio.



Es también crucial señalar que los acuerdos entre el Gobierno y los empresarios no han sido fructíferos. Es momento de avanzar hacia una liberalización total de las exportaciones y reducir los aranceles a la importación para estimular el comercio y mejorar la competitividad del país.

Otro aspecto clave es el reajuste fiscal, que debe ir acompañado de una reducción inmediata del gasto público en al menos un 5% con respecto al PIB. Sin embargo, es importante aclarar que el equilibrio fiscal no se logrará únicamente con la reducción del gasto. Esta debe ser una política de Estado que, en el mediano plazo, continúe con la disminución del gasto público, fomente la inversión tanto nacional como extranjera, y asegure un crecimiento sostenido de nuestras exportaciones. Son numerosas las variables que deben tomarse en cuenta para lograr este equilibrio.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

El aumento del consumo es esencial, pero debe provenir del enfoque correcto. Este incremento se logrará cuando el valor real del dinero sea mayor y los salarios sean competitivos. Esto implica un trabajo monumental en diversos ámbitos para que Bolivia pueda estar en la carrera del desarrollo económico con un crecimiento sostenido y equitativo.

Reducir el gasto público no significa dejar de invertir en el bienestar de la población, sino eliminar el gasto superfluo y concentrar los recursos en invertir en la gente, en mejorar el capital humano. Esta es la visión de país que debemos tener para construir una economía más eficiente y equilibrada.

La volatilidad en las expectativas sobre el tipo de cambio y la existencia de un mercado paralelo generan incertidumbre entre los consumidores y empresarios. Es imperativo transparentar el tipo de cambio para ofrecer certezas y disminuir la volatilidad en el mercado. Para lograr esto, la política monetaria debe ser totalmente imparcial, y el Banco Central de Bolivia (BCB) debe actuar con independencia absoluta del Poder Ejecutivo.

Sin una independencia real de poderes, Bolivia no podrá avanzar ni lograr un desarrollo eficiente a largo plazo. La influencia política en las decisiones monetarias distorsiona el mercado y pone en riesgo la estabilidad económica del país. Aunque existen debates a favor y en contra de un tipo de cambio fijo, el verdadero problema que debemos abordar con urgencia es nuestra baja productividad y la falta de diversificación de nuestra matriz productiva.

Atraer inversión extranjera directa (IED) a Bolivia es una tarea esencial pero compleja. No basta con implementar medidas económicas adecuadas; es fundamental que las reglas jurídicas sean claras y brinden seguridad a los inversores. Sin un marco legal sólido y confiable, cualquier esfuerzo económico será en vano. Es necesario dejar de lado los dogmas ideológicos que han frenado el desarrollo y enfocarnos en crear un entorno donde la justicia sea imparcial y eficiente.

Hoy, parecería que estas políticas son difíciles de asumir, pero son necesarias. Cuanto más tardemos en implementarlas, más profunda será la depresión económica que afectará a nuestro país. Es fundamental que Bolivia adopte estas medidas lo antes posible para evitar un impacto aún mayor en el futuro. El costo de la inacción será mucho más elevado que el de la implementación de las reformas necesarias.

Lic. Renán Justiniano Arce