En ese periodo Bolivia percibió los ingresos más altos de su historia, más de cuatro veces que los diez años anteriores. Sin embargo, Esos ingresos, dice el estudio, se diluyeron en proyectos inviables, sin impacto y obras denominadas “elefantes blancos”.
Frontis de Cartonbol. Foto: ABI
Fuente: Brújula Digital
El estudio “Cómo la plata del gas se hizo gas” realizado por Julio Linares, establece que entre los años 2006 y 2015 el Estado boliviano percibió los ingresos más altos de su historia, más de cuatro veces que los diez años anteriores.
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Esos ingresos, dice el estudio, se diluyeron en proyectos inviables, sin impacto y obras denominadas “elefantes blancos”.
Linares determina que entre 1996 y 2005, los diferentes gobiernos “neoliberales” administraron alrededor de 161 mil millones de bolivianos (unos 20 mil millones de dólares), lo cual subió a más de 621 mil millones en los siguientes diez años (2006-2015), es decir 90 mil millones, más de cuatro veces.
Ese aumento se dio en la época de la bonanza, teniendo el pico entre 2013 y 2014 cuando se lograron las mayores tasas de crecimiento del PIB y se alcanzaron las mayores Reservas Internacionales Netas.
El estudio determina que de esos 90 mil millones de dólares, la “Renta hidrocarburífera” en los años de bonanza, fueron de más de 21 mil millones, recursos que provenían de Regalías y el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). Esos recursos se lograron en base a la promulgación de la Ley 3058 de 2005, antes del Gobierno de Evo Morales.
Sin embargo, dijo el autor, toda es bonanza fue mal utilizada y no dejó nada para ayudar al desarrollo de Bolivia.
“No cambió nada en el tema de nuestro desarrollo. Demás, los gobernantes de ese momento, digamos Evo Morales como presidente y Luis Arce como ministro de Economía, no hicieron previsiones, y creyeron que la bonanza iba a ser eterna. Entonces, por ejemplo, no se invirtió en exploración y el gas terminó haciéndose gas”, dijo Linares a Brújula Digital.
En esos años de bonanza, el Gobierno gastó más de lo que obtuvo, cayendo ahora a un déficit fiscal y deuda interna muy peligrosa.
La deuda interna, dijo Linares, se ubica en 19.000 millones de dólares, de los cuales 16.000 millones son con la Gestora, que administra los recursos de los jubilados. El resto son deudas con la banca privada.
De esa enorme cantidad de recursos, dijo el autor del estudio, “lo único que hubo fueron transferencias a los aliados, corrupción y despilfarro”.
El estudio, que fue publicado por la Fundación Vicente Pazos Kanki, se basa en información oficial, la cual es difícil de obtener por la política gubernamental de secretismo sobre los indicadores económicos del país, en especial los que no son positivos y puede servir para criticar las gestiones del MAS, según una nota de prensa de los editores del libro.
El libro también muestra las asimetrías de la distribución de esta renta y cómo alrededor del 20% de todos estos ingresos sólo fueron a un departamento de nuestro país; además de crear fondos insostenibles, que apostaron a que “estos recursos iban a ser eternos”. (BD/RED)
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