La escasez de dólares y carburante se agudiza en Bolivia

El país sudamericano enfrenta una crisis económica debido a la volatibilidad del precio de la moneda estadounidense en el mercado negro, que impacta en el abastecimiento de carburante y el comercio exterior.

Por: Gabriela Orozco (Bolivia)

corresponsal de RFI en La Paz
El presidente de Bolivia, Luis Arce, atosigado por problemas económicos, propuso un referéndum que defina qué hacer sobre la subvención a los combustibles, una causante para la escasez de dólares y, a la vez, de diésel y gasolina.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, atosigado por problemas económicos, propuso un referéndum que defina qué hacer sobre la subvención a los combustibles, una causante para la escasez de dólares y, a la vez, de diésel y gasolina. © AIZAR RALDES / AFP/Archivos

Fuente: rfi.fr



El dólar continúa en Bolivia con una tendencia volátil en el mercado paralelo, hasta incluso haber llegado a doblar la cotización oficial, que se mantuvo estable por muchos años. Ahora el panorama muestra una crisis económica en ascenso caracterizada por la escasez de dólares, la disminución de exportaciones, y la falta de carburantes.

Ante esta situación, el Gobierno ha iniciado diálogos con diversos sectores en busca de alternativas que permitan enfrentar la falta de divisas, que ha provocado un alza en los precios de la canasta familiar e inconvenientes en el comercio exterior por el incremento de transacciones para la compra de dólares que para el ejecutivo alimentan la especulación.

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Ante la crisis energética, principalmente reflejada en la escasez de diésel y en menor medida de gasolina, el presidente Luis Arce ha propuesto realizar un referendo para consultar a la población sobre la continuidad de la subvención de carburantes, lo cual ha sido criticado por la oposición que considera que la resolución de este problema es una atribución de los gobernantes.

Gran parte del déficit de dólares se debe a la subvención que el Estado da con sus reservas internacionales a las empresas que importan diésel y la gasolina.

Diferentes sectores proponen dar fin a la subvención, aunque se teme un efecto inflacionario.