La hormona hermana del GLP-1 puede conducir a mejores medicamentos para bajar de peso

Al igual que en la carrera espacial de la Guerra Fría, los gigantes farmacéuticos del mundo están luchando actualmente por producir el mejor fármaco para bajar de peso. Todos quieren ser los primeros en explorar los rincones del cuerpo para poder diseñar el fármaco óptimo. Sin embargo, varios gigantes farmacéuticos no están de acuerdo sobre cuál debería ser el siguiente paso.

El núcleo de la controversia es la hormona GIP, una hormona hermana de la conocida hormona GLP-1 en la que se basa Semaglutide/Ozempic/Wegovy.



Mientras que algunos gigantes farmacéuticos argumentan que los medicamentos para bajar de peso deberían activar la hormona GIP para lograr un efecto óptimo, otros creen que debería inhibirse, ya que las pruebas con medicamentos para bajar de peso actualmente disponibles han dado como resultado una pérdida de peso efectiva tanto cuando el receptor GIP está activado como cuando está inhibido.

Ahora, un proyecto de investigación fundamental de la Universidad de Copenhague arroja luz sobre este asunto.

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Los autores principales del nuevo estudio son la profesora Mette Rosenkilde, jefa del Laboratorio de Farmacología Molecular, el profesor asociado Niels Grarup, jefe de un grupo centrado en la investigación genética en el Centro de Investigación Metabólica Básica de la Fundación Novo Nordisk, y el profesor asociado. Alexander Hauser, jefe de un grupo centrado en informática farmacéutica en la Facultad de Ciencias Médicas y de la Salud ( Nature Metab 2024.DOI: 10.1038/s42255-024-01061-4).»Existe un potencial sin explotar en la exploración de cómo funciona el receptor GIP y cómo podemos utilizarlo para diseñar nuevos fármacos, y nuestro estudio nos acerca un paso más para aprovechar este potencial», afirma Rosenkilde.

Los datos del estudio muestran que la inhibición del receptor GIP puede provocar pérdida de peso. Sin embargo, la forma en que se inhibe y activa el receptor GIP es de suma importancia.

La regulación de la señalización es más sofisticada en el GIP que en el GLP-1. En este caso, su capacidad para unirse a las arrestinas es vital. Las arrestinas son un grupo de moléculas que sirven para bloquear la señal del GIP.

Los resultados del estudio se basan en una encuesta de datos en la que participaron más de 500.000 personas, 10.000 de los cuales son ciudadanos daneses que participaron en un proyecto de investigación nacional, mientras que el resto se obtuvieron del Biobanco del Reino Unido.

Hicimos una serie de pruebas clínicas entre la población danesa, por ejemplo, análisis de sangre y registros de peso y altura, y luego identificamos variaciones congénitas del receptor GIP en los sujetos de prueba mediante la secuenciación de sus genes,Dice Niels Grarup del Novo Nordisk. Centro de Investigaciones Metabólicas Básicas, quien tiene amplia experiencia en el estudio de variaciones genéticas asociadas con la diabetes tipo 2.

Basándonos en los datos daneses, analizamos un gran número de individuos del Biobanco del Reino Unido para ver si encontrábamos la misma tendencia, dice el profesor asociado Alexander Sebastian Hauser del Departamento de Diseño de Medicamentos y Farmacología, que se centra en farmacogenómica y productos farmacéuticos.

Además, los investigadores realizaron estudios con ratones y células y compararon los resultados con los resultados de las encuestas de datos del Biobanco danés y del Reino Unido.

El centro del vómito

GLP-1 y GIP cumplen la misma función fundamental: regular el nivel de insulina en el cuerpo cuando comemos. Pero resulta que eso no es todo lo que hacen.

El GLP-1 desempeña un papel tanto en el sistema digestivo como en el cerebro. Por eso tiene sentido pensar que la hormona hermana, GIP, podría tener el mismo potencial.

Y hay pruebas que sugieren que efectivamente es así. El receptor GIP sin duda afecta al cerebro, donde ayuda a regular el centro del vómito. Generalmente, esta familia de receptores desempeña un papel vital en el cerebro, tanto durante la función cerebral normal como durante la enfermedad.

Por lo tanto, un fármaco para bajar de peso que combine GIP y GLP-1 podría ser particularmente eficaz sin provocar náuseas, que es un efecto secundario común de los medicamentos para bajar de peso. El nuevo estudio nos brinda una comprensión fundamental de cómo funciona este receptor en cuerpos sanos y espero que este conocimiento resulte útil en el diseño de nuevos fármacos.

Lea el estudio completo,  Hüsün S. Kizilkaya et al, La caracterización de variantes genéticas de GIPR revela una contribución de la β-arrestina a los fenotipos metabólicos, Nature Metabolism (2024). DOI: 10.1038/s42255-024-01061-4

Agrupación basada en unión y señalización de variantes de GIPR y su respectiva asociación de carga sobre los fenotipos cardiometabólicos en el Biobanco del Reino Unido. Crédito: Metabolismo de la naturaleza (2024). DOI: 10.1038/s42255-024-01061-4

Ronald Palacios Castrillo