Alarma en Tarija por el aumento de suicidios en jóvenes: expertos hacen un llamado a la prevención y la atención integral

En los últimos meses, el departamento de Tarija ha sido testigo de un preocupante aumento en los casos de suicidios e intentos de suicidio, especialmente entre la población joven.

Fuente: La Voz de Tarija



 

Este fenómeno ha encendido las alertas en las autoridades locales, instituciones de salud y organizaciones que trabajan en el ámbito de la salud mental, quienes han subrayado la necesidad urgente de implementar medidas preventivas y fortalecer la red de apoyo psicológico.

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Los expertos en salud mental coinciden en que la prevención del suicidio debe ser un esfuerzo conjunto que involucre tanto a las familias como a las instituciones educativas, el sistema de salud y la sociedad en general. La psicóloga Patricia Ríos, especialista en salud mental juvenil, señaló que «el suicidio es un problema multifactorial, y es crucial que se identifiquen a tiempo las señales de alerta en los jóvenes para poder intervenir de manera adecuada». Entre las señales más comunes están los cambios drásticos en el comportamiento, el aislamiento social, la desesperanza y el abuso de sustancias.

Una de las principales preocupaciones es que muchos jóvenes que atraviesan crisis emocionales no buscan ayuda, ya sea por desconocimiento de los servicios disponibles o por el estigma que aún rodea a los problemas de salud mental. “Es fundamental que rompamos el tabú en torno a estos temas. Hablar de salud mental no debe ser un motivo de vergüenza, sino una herramienta para salvar vidas”, insistió Ríos.

El incremento de los casos de suicidio en Tarija ha llevado a las autoridades locales a reconocer la necesidad de reforzar los servicios de atención psicológica y psiquiátrica en los centros de salud, además de fomentar campañas de sensibilización en colegios, universidades y espacios comunitarios. El doctor Juan Pablo Velásquez, del Servicio Departamental de Salud (Sedes), explicó que «es necesario acercar los servicios de salud mental a la población, sobre todo a los jóvenes, quienes muchas veces no saben a dónde acudir cuando se sienten abrumados». Velásquez también destacó la importancia de contar con más psicólogos y psiquiatras en las zonas rurales, donde la atención es aún más limitada.

La incidencia de suicidios entre jóvenes ha sido relacionada con múltiples factores, entre ellos, la presión académica, los problemas familiares, el uso excesivo de redes sociales y la falta de oportunidades laborales. En muchos casos, estos factores se agravan por trastornos mentales no diagnosticados o no tratados, como la depresión y la ansiedad. En palabras de la terapeuta Gabriela Flores, «la depresión y la ansiedad en jóvenes son muchas veces invisibilizadas o subestimadas. No se les da la importancia que merecen hasta que ya es demasiado tarde».

Las redes sociales, aunque ofrecen una plataforma para la comunicación y la interacción, también han sido señaladas como un factor que puede aumentar el riesgo de suicidio, especialmente cuando los jóvenes son víctimas de ciberacoso o se comparan constantemente con los ideales poco realistas que se proyectan en estas plataformas. «El ciberacoso y la presión por cumplir con ciertos estándares de belleza o éxito que se ven en las redes sociales pueden tener efectos devastadores en la autoestima de los adolescentes», advirtió Flores.

Frente a esta situación, varias organizaciones no gubernamentales (ONG) y grupos de voluntarios han comenzado a trabajar en la creación de espacios seguros donde los jóvenes puedan hablar sobre sus problemas y recibir apoyo emocional. Una de estas iniciativas es la campaña «Hablar es sanar», que se está implementando en Tarija con el objetivo de generar conciencia sobre la importancia de pedir ayuda en momentos de crisis. Mariana Ruiz, coordinadora de esta campaña, afirmó que «nuestro objetivo es que los jóvenes sepan que no están solos, que siempre hay alguien dispuesto a escucharlos y ayudarlos».

Además de estas iniciativas, las instituciones educativas también juegan un papel crucial en la prevención del suicidio. El Ministerio de Educación ha comenzado a desarrollar talleres y charlas en los colegios para enseñar a los estudiantes a reconocer los signos de alarma en ellos mismos y en sus compañeros. Asimismo, se busca capacitar a los maestros para que puedan actuar de manera oportuna ante situaciones de riesgo. «Queremos que las escuelas sean espacios donde los estudiantes se sientan seguros y apoyados emocionalmente», señaló Rosa López, responsable del programa de orientación escolar en Tarija.

En cuanto a las familias, los especialistas recomiendan fomentar la comunicación abierta y el apoyo emocional en el hogar. «Es vital que los padres escuchen a sus hijos sin juzgarlos. A veces, lo que ellos consideran un problema menor puede ser el detonante de una crisis emocional en sus hijos», explicó la psicóloga Ríos.

Por último, se hace un llamado a la sociedad en general para que no ignore este problema y para que se involucre en la creación de una comunidad más solidaria y comprensiva. El suicidio es una tragedia que afecta no solo a la persona que lo comete, sino también a su entorno cercano, dejando un impacto profundo en amigos, familiares y conocidos.

En Tarija, los centros de atención psicológica y líneas de ayuda han reforzado sus equipos ante la creciente demanda de atención. El número de emergencia para aquellos que necesiten apoyo es el 800-10-2644, disponible las 24 horas del día. Además, se han establecido puntos de atención en diferentes hospitales y centros de salud del departamento para atender a quienes estén atravesando situaciones de crisis.

La lucha contra el suicidio es una tarea de todos. Con un enfoque integral, apoyo psicológico adecuado y el compromiso de la sociedad, se espera que Tarija pueda enfrentar este alarmante incremento y salvar vidas.