COLUMNA – BUSCANDO LA VERDAD
Gary Antonio Rodríguez Álvarez (*)
Llega septiembre -el mes de la primavera, del amor, de Santa Cruz- resultando imposible no referirse a la Efeméride Departamental de una región que, no con poco esfuerzo, en apenas 70 años ha pasado a tener un protagonismo sin parangón a escala nacional, gracias a la particular forma de ver y hacer las cosas de sus habitantes.
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Cuando en Bolivia se lamentan los dolorosos y condenables incendios forestales que afectan principalmente a la región cruceña; en momentos en que abundan las malas noticias de marchas, contramarchas, bloqueos y enfrentamientos motivados por intereses políticos en el Occidente del país; cuando la inflación no para de subir, mientras aumenta el desempleo y baja la actividad económica, toda información positiva que surja, puede ayudar a generar la gran esperanza de que las cosas pueden cambiar para bien.
Este es el caso de una última publicación del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) que da cuenta que el Departamento de Santa Cruz, pese a las adversidades, sigue sumando hitos históricos, superando sus propios récords. Las cifras que contiene muestran el avance de la región, confirmando que el Modelo de Desarrollo Cruceño existe, funciona y es exitoso.
Las estadísticas de su gravitación en el quehacer económico del país son irrefutables a la luz de lo recientemente reportado por los datos oficiales para el 2023, año en que también hubo incendios, bloqueos, marchas, bajos precios internacionales, sequía, escasez de dólares, anormalidad en la provisión de combustibles, entre otros problemas.
Lo increíble es que la región, pese a todos los infortunios que debió sortear, sumó nuevos hitos trascendentales, aquí van algunos de ellos.
Récord del Producto Interno Bruto (PIB) cruceño, por 14.314 millones de dólares; récord de aporte al PIB nacional con 31,5% y del 47% sobre el PIB agropecuario; récord del PIB per cápita con 4.105 dólares.
Récord de producción de alimentos con 77% del total nacional; récords en el hato bovino con casi 5 millones de cabezas, en porcinos con 1,1 millones, en aves de postura con casi 3,6 millones y aves parrilleras con más de 172 millones de cabezas.
Récord en producción de carne de aves parrilleras por 292.444 toneladas, en carne de res con 178.581 toneladas y de cerdo con 53.582 toneladas y récord en producción de cueros bovinos con 862.000 unidades.
El PIB de Santa Cruz subió 3,7% en 2023, superando al crecimiento del 3,1% en Bolivia, por eso se dice que Santa Cruz es la locomotora de la economía del país. Este crecimiento se da gracias a la iniciativa privada, en especial, de la agropecuaria (20%) y la industria (15%) en torno a quienes giran las finanzas, transporte, comercio y servicios.
Un sector definitivamente importante en lo que hace al funcionamiento del Modelo de Desarrollo Cruceño son las exportaciones, aportando Santa Cruz un 31% a las ventas globales, marcando un nuevo récord con 81% de participación en las Exportaciones No Tradicionales con la venta de 3,7 millones de toneladas de productos agropecuarios.
En lo que hace a la producción agrícola, Santa Cruz significó el 77% del volumen total de alimentos producidos en Bolivia, generando el 100% del girasol; 99% del sorgo; 96% de la soya; 95% de la caña de azúcar; 74% del arroz; 72% del trigo; 59% del maíz y 33% de las hortalizas.
En cuanto a la producción pecuaria, su aporte fue del 55% en carne bovina; 54% en carne de pollo; 53% en leche; 52% en huevo y 42% en carne de cerdo.
Algo importante: Santa Cruz contribuyó a las exportaciones agropecuarias del 2023 con el 100% de la carne bovina y derivados; 100% del azúcar; 98% de la soya y del girasol; 96% del frejol; 95% de la chía y del sésamo; 94% del alcohol; 92% del maní y hortalizas; 84% de la leche y 80% de los cueros y sus manufacturas.
De esta manera, Santa Cruz no solo garantiza la “seguridad alimentaria” del país, sino que genera abundantes excedentes logrando la “soberanía alimentaria” de Bolivia a través de la exportación de excedentes, con un nuevo récord de aporte del 88% a las ventas de alimentos y bienes agropecuarios.
Alguien dirá que tal relación de datos es economicista, por tanto, aquí va la respuesta: Santa Cruz destaca, además, en el campo social. Según datos disponibles del 2022, la pobreza extrema en Bolivia era del 12,5% y en Santa Cruz del 5,4%; la pobreza moderada del 37,7% en Bolivia y en la región del 26,6%; el Índice de Gini en Bolivia del 0,43 y en Santa Cruz del 0,40 mostrando una mejor distribución del ingreso.
Por todo esto y muchísimo más, deberíamos alegrarnos, ya que pese a todas las externalidades negativas, las vicisitudes políticas y las manifiestas restricciones a su progreso, Santa Cruz avanza y no solo en su beneficio, sino, del país todo.
La presente columna se ha basado en la revista “Comercio Exterior” titulada “Santa Cruz: Cifras que demuestran el éxito de su Modelo de Desarrollo», editada por el IBCE en homenaje a la Efeméride Departamental y puede descargarse desde https://ibce.org.bo/ibcemail/index.php?id=3279
(*) Economista y Magíster en Comercio Internacional