Bolivia atraviesa momentos críticos, protagonizados por el exmandatario y líder cocalero Evo Morales, quien ha desafiado abiertamente a las instituciones democráticas del país. Bajo el lema de una «Marcha por Bolivia», esta movilización ha sido señalada por muchos como una «marcha por la muerte», debido a los actos de violencia que la han acompañado.
Lic Ruben Suarez
Morales, quien se traslada en lujosas camionetas durante la marcha, ha sido blanco de críticas. Una de las camionetas, valorada en más de 90000 dólares es conducida por una joven de 21 años, cuya madre fue procesada por narcotráfico pero indultada por el mismo Morales en 2015. Este hecho ha generado sospechas y encendido el debate sobre los vínculos del expresidente con el narcotráfico y la corrupción , además de la enormidad de fábricas de drogas en Villa Tunari lugar de residencia del líder Cocalero.
El clima de violencia y represión que rodea la marcha ha afectado gravemente a los medios de comunicación. Las hordas afines a Morales han amedrentado, insultado y agredido a periodistas en múltiples ocasiones. Equipos de prensa han sido despojados de sus herramientas de trabajo y han sufrido violencia física, un hecho que muestra el rechazo total de estos grupos hacia la libertad de prensa. Un claro ejemplo de esta situación se vivió en Patacamaya, donde periodistas de Bolivia TV fueron retenidos y amenazados con ser linchados por seguidores de Morales, quienes les arrebataron sus equipos y pertenencias personales.
El accionar del expresidente, que se presenta como un defensor de la democracia, recuerda las acciones autoritarias de las dictaduras de Pinochet en Chile y Stroessner en Paraguay. Durante sus 14 años de mandato, Morales fue acusado de numerosos actos de impunidad, arrogancia y abuso de poder. Su relación con personas vinculadas a la escuela de las Américas de la CIA, quienes ocuparon altos cargos en su gobierno, ha sido señalada como una muestra más de su falta de transparencia.
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Mientras la marcha continúa su curso hacia La Paz, la violencia y el temor crecen en la población, quienes ven en este movimiento un intento desesperado de Morales por retomar el control del país, sin importar las consecuencias.
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Lic Ruben Suarez Director