Además de la capital cruceña, otros municipios como Ascensión de Guarayos y Concepción están cubiertos de humo. “No nos estamos rindiendo, necesitamos la asistencia nacional y la asistencia internacional”, remarcó el gobernador de Santa Cruz, Mario Aguilera.
Fuente: Unitel
Este sábado, la Gobernación de Santa Cruz declaró desastre departamental por los incendios forestales y la humareda que se registra en el departamento cruceño.
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Los incendios forestales están afectando diferentes municipios del departamento. Ante ello, durante la jornada de este sábado el cielo de la capital cruceña amaneció contaminado por una densa humareda provocada por los incendios. Mientras en Ascensión de Guarayos y Concepción, entre otros municipios, la humareda es incluso más intensa.
En el área metropolitana, este sábado la contaminación derivó en que se suspendan por dos horas los despegues en el Aeropuerto Internacional Viru Viru.
El gobernador de Santa Cruz, Mario Aguilera, informó que la declaratoria se determinó después de una reunión del gabinete. “
“Se emite el decreto que declara desastre departamental. No nos estamos rindiendo, asumimos con responsabilidad la tarea que nos encomienda nuestro pueblo, necesitamos la asistencia nacional y la asistencia internacional”, remarcó Aguilera.
La declaratoria estará vigente hasta el 31 de diciembre de este año; sin embargo, no se descarta una ampliación, si así lo amerita.
Aguilera aseguró que este año los incendios empezaron en febrero y algunos municipios “tardaron” en declararse en desastre, un requisito para declarar primero emergencia departamental. Aunque, aclaró que esta primera declaratoria fue en julio.
Insistió que se necesita auxilio nacional e internacional para controlar el fuego y volver a la normalidad.
“Toda esta situación se da año a año por la indolencia de la gente que sigue provocando incendios”, sostuvo.
Aguilera pidió tres acciones: la abrogación de la leyes que consideró “incendiarias”; que el ejecutivo nacional deje de autorizar quemas y que se prohíba el periodo de uso de fuego debido a que las lluvias disminuyeron al menos un 40%; y, por último, que el Ministerio Público y a la Justicia no de libertad a los pirómanos.