Dos altos mandos militares de Estados Unidos y China mantuvieron su primer diálogo en casi dos años por las tensiones en el Pacífico

El comandante de las fuerzas norteamericanas en el Indo-Pacífico, almirante Samuel Paparo, habló con su homólogo del régimen, el general Wu Yanan, en un esfuerzo por reanudar las relaciones en la región

 

Comandante del Mando Indo-Pacífico de EE.UU., Almirante Samuel Paparo. (AP Photo/Aaron Favila)



Comandante del Mando Indo-Pacífico de EE.UU., Almirante Samuel Paparo. (AP Photo/Aaron Favila)

 

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Fuente: infobae.com

En un paso clave hacia la distensión, las fuerzas militares de Estados Unidos y China volvieron a comunicarse de manera oficial, algo que no sucedía desde hace casi dos años. Este acercamiento se produjo a través de una videollamada entre el comandante del Comando Indo-Pacífico de EE.UU., el almirante Samuel Paparo, y el jefe del Comando del Teatro del Sur del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China, el general Wu Yanan.

El diálogo entre ambos altos mandos militares marca la primera vez que estos líderes se comunican directamente. Según el Ministerio de Defensa de China, las partes mantuvieron un “intercambio profundo de puntos de vista sobre temas de interés mutuo”. Por su parte, el Comando Indo-Pacífico de EE.UU. calificó la conversación como “constructiva y respetuosa”, aunque Paparo instó a China a reconsiderar el uso de tácticas “peligrosas, coercitivas y potencialmente escalatorias” en el Mar del Sur de China y más allá.

Este encuentro virtual es el resultado del acuerdo alcanzado entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, en noviembre del año pasado durante una reunión en San Francisco. Ambos líderes se comprometieron a reanudar los canales de comunicación militar en un esfuerzo por estabilizar la relación entre las dos mayores potencias del mundo, en medio de una creciente competencia geopolítica que amenaza con desencadenar conflictos abiertos. Desde que se alcanzó el acuerdo, los contactos entre los militares de ambos países se han ido incrementando, lo que refuerza la importancia de este canal de comunicación.

El presidente chino, Xi Jinping, saluda mientras camina con el presidente estadounidense, Joe Biden, en la finca Filoli, en Woodside, California, Estados Unidos. REUTERS/Kevin Lamarque

El presidente chino, Xi Jinping, saluda mientras camina con el presidente estadounidense, Joe Biden, en la finca Filoli, en Woodside, California, Estados Unidos. REUTERS/Kevin Lamarque

China había cortado las líneas de diálogo militar en 2022 como respuesta a la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán, lo que elevó la tensión en la región. Esa visita fue vista por China como una provocación, dado que Pelosi fue la primera líder estadounidense de ese rango en visitar Taipei en 25 años. Desde entonces, la relación entre las fuerzas militares de ambos países se ha mantenido en un estado de alta tensión.

El contacto más reciente entre Paparo y Wu se suma a otros encuentros de alto nivel que se han producido este año, incluyendo la reunión entre el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, y el ministro de Defensa chino, Dong Jun, durante el Diálogo Shangri-La en mayo. Sin embargo, el diálogo entre Paparo y Wu tiene un significado particular, ya que hasta ahora, los jefes de estos dos importantes comandos militares no habían mantenido ninguna conversación directa, pese a los continuos esfuerzos del Pentágono por lograr este intercambio.

El Pacífico, especialmente el Mar del Sur de China, sigue siendo un punto de fricción entre ambas potencias. En los últimos meses, China ha intensificado su actividad en la región, particularmente en relación con las disputas territoriales con Filipinas. Las acciones de la Guardia Costera China contra barcos militares y gubernamentales filipinos han aumentado en violencia desde el año pasado, y el EPL ha jugado un rol cercano, con sus embarcaciones operando en la zona.

En uno de los incidentes más graves, los guardacostas chinos embistieron, remolcaron y dañaron embarcaciones filipinas cerca del Atolón Thomas Segundo, una zona disputada dentro de la zona económica exclusiva de Filipinas, donde Manila tiene un puesto militar. Estos enfrentamientos han generado una mayor preocupación en la región, y el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., advirtió en mayo que, si algún ciudadano filipino llegara a morir en estos incidentes, su gobierno lo consideraría cercano a un acto de guerra.

El portaaviones USS Carl Vinson de clase Nimitz de la Armada estadounidense, en el centro, lidera una formación de buques durante un ejercicio marítimo trilateral con Japón y Corea del Sur, el 26 de noviembre de 2023 en el Océano Pacífico. Europa Press/Contacto/Mc2 Isaiah Williams/U.S. Nav

El portaaviones USS Carl Vinson de clase Nimitz de la Armada estadounidense, en el centro, lidera una formación de buques durante un ejercicio marítimo trilateral con Japón y Corea del Sur, el 26 de noviembre de 2023 en el Océano Pacífico. Europa Press/Contacto/Mc2 Isaiah Williams/U.S. Nav

En este contexto, la reciente llamada entre Paparo y Wu adquiere mayor relevancia. El almirante estadounidense expresó su preocupación por las “interacciones inseguras” entre los aliados de EE.UU. y las fuerzas chinas, y subrayó la necesidad de que el EPL cumpla con las leyes y normas internacionales para garantizar la seguridad operativa. También manifestó su esperanza de que este primer contacto se traduzca en más conversaciones con otros líderes militares chinos.

El diálogo entre estos dos comandantes se produce poco después de una reunión inusual en Pekín entre el asesor de seguridad nacional de EE.UU., Jake Sullivan, y el general Zhang Youxia, vicepresidente de la Comisión Militar Central de China. Además, se espera que Biden y Xi mantengan una conversación telefónica pronto y que posiblemente se reúnan en persona en los foros internacionales de APEC en Perú o en el G20 en Brasil, ambos en noviembre.