Fuente: La Voz de Tarija
El economista Roberto Castillo advirtió sobre los efectos negativos que ya están comenzando a sentirse en la economía boliviana, señalando que el país se encuentra en un escenario preocupante. Según Castillo, desde el pasado sábado, las personas han comenzado a acaparar productos básicos, lo que ha generado un incremento de precios en varias regiones del país. «Ya se están viendo los efectos desde el día sábado, la gente ha empezado a provisionarse», comentó, explicando que este comportamiento ha desencadenado un alza en el costo de productos esenciales como el arroz, particularmente en el Beni.
Una de las principales preocupaciones expresadas por Castillo es la incapacidad de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) para satisfacer la creciente demanda. «Emapa no va a poder acaparar toda la demanda que habrá», indicó, sugiriendo que esta limitación contribuye aún más a la presión inflacionaria. Ante esta situación, las expectativas en torno a la estabilidad económica son «muy negativas», añadió.
El experto pronosticó que Bolivia está a punto de enfrentar un escenario de estanflación, un fenómeno económico caracterizado por el estancamiento del crecimiento económico combinado con una alta inflación. «Estamos a puertas de una estanflación, no tendremos crecimiento económico», sostuvo. Castillo alertó que el país ya está experimentando una inflación que se acerca al 5 por ciento, y el desempleo continúa en aumento, lo que complica aún más el panorama económico.
En este contexto, el economista advirtió que Bolivia podría atravesar una etapa en la que la inflación moderada de hoy se convierta en estanflación, lo que agravaría la situación antes de que se llegue a la temida hiperinflación. «Estamos con un nivel de inflación que ya estamos llegando al 5 por ciento y con un nivel de desempleo que se incrementa cada vez más«, señaló, destacando que estas cifras son señales claras de un problema que podría empeorar si no se toman medidas urgentes.
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Castillo subrayó que, de no implementarse políticas económicas eficaces, el país podría «pasarse de largo» la hiperinflación y caer directamente en una estanflación, un fenómeno que ya ha sido observado en otras economías y que suele ser difícil de revertir. Con el aumento en los precios y la caída en el empleo, los efectos sobre la calidad de vida de los bolivianos podrían ser devastadores.
Las declaraciones de Castillo sirven como un llamado de atención sobre la necesidad de tomar decisiones económicas inmediatas para evitar que Bolivia caiga en una crisis más profunda, una crisis que afectaría a todos los sectores de la sociedad y pondría en riesgo la estabilidad del país.