El fuego devasta a la TCO Monteverde, arrasa con las comunidades y los cultivos

La humareda causada por los incendios está provocando complicaciones en la salud de los ancianos, niños y niñas, pero la situación es tan crítica que el Hospital de Concepción ya no tiene medicamentos.
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Familias que fueron evacuadas de la comunidad Santa Mónica. / Foto: APCOB
Fuente: ANF
La situación provocada por los incendios es “devastadora” en la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) en el municipio de Concepción; las comunidades y sus sistemas productivos están siendo arrasados por el fuego. Hay al menos 100 familias desplazadas de sus tierras.  

“Se ve claramente que es como una ola de fuego que está arrasando por todo el territorio de Monteverde. Es devastador el fuego”, asegura Arturo Revollo, coordinador del Programa Chiquianía de Apoyo para el Campesinado Indígena del Oriente Boliviano (APCOB), a la ANF.

La institución que trabaja en los municipios de Concepción (específicamente en Monteverde), Lomerío y Zapocó realiza el monitoreo diario de los incendios, en el mapa de este domingo se ve claramente cómo avanza el fuego en la TCO.

“Para quienes hemos visto un bosque rico como es Monteverde, con tanta vida y biodiversidad, es muy triste, es duro, muy duro vivir esta situación. Hacemos lo que se puede, por lo menos se trata de resguardar la vida de las personas”, añade.



 

Describe que la emergencia se ha concentrado entre los municipios cruceños de Concepción y San Javier, comenzó en este último, no pensaron que llegaría a Concepción, pero después de las lluvias se quemó pastizales y el fuego ingresó a Monteverde “y ya fue incontrolable”.

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Según Revollo, la asistencia que se proporcionó con minitanques de agua y bomberos no ha sido suficiente, porque “llegó un momento que ya era insostenible”. En ese contexto, la primera comunidad que llamó a la alerta y que tuvo que recibir apoyo para su evacuación fue Santa Mónica.

En esa comunidad viven 80 familias, “casi el 80% ha tenido que desalojar, solo se quedaron algunos hombres y mujeres para evitar que el fuego no llegue a las casas”. Los más afectados fueron los niños y ancianos de la comunidad de Santa Mónica.

Este sábado, la comunidad Palestina sufrió el embate del fuego y de la humareda, más o menos 40 familias se vieron obligadas a abandonar su comunidad, solo quedaron 10 familias para resguardar que el fuego no llegue al centro poblado.

Se quemó un área de bosque de cusi, las señoras aprovechaban el aceite para venderlo”, con el aceite producían acondicionadores y otros productos, generaban recursos económicos. Lamentablemente se perdió todo; perdieron sus sistemas productivos, sus chacos donde producían arroz, plátano, yuca, que son alimentos que consumen durante el año”, sostuvo Revollo.

Por otra parte, la situación es crítica y preocupante en la comunidad de Río Blanco porque el fuego ha llegado a sus sistemas agroforestales donde producen -por ejemplo- almendra chiquitana. Aunque tienen una cuadrilla de bomberos experimentados, “físicamente no han podido resistir”.

Han armado brechas a mano y machete porque hace falta maquinaria pesada para ese trabajo. Están peleando contra los incendios, pero los bomberos a causa del humo “han salido vomitando, están acalambrados. La situación es complicada en Río Blanco”, sostuvo en declaraciones a esta agencia.

Familias de la comunidad de Palestina evacuadas. Foto: Gentileza Doris Chacón

“Macanaté, Puerto San Pedro, Monteverde adentro de la TCO, están más o menos a tres horas del centro de Concepción, son comunidades donde existe una gran riqueza de biodiversidad”, describió el coordinador del Programa de APCOB, dijo que esperan el pedido de evacuación.

También se refirió a la comunidad de Villanueva que está en el ingreso de la TCO, conformada con 40 o 50 familias. Una habitante del lugar que es responsable del monitoreo de incendios de APCOB perdió su casa totalmente. Fueron sorprendidos en la madrugada cuando el viento sopló hacia esa zona. El hecho sucedió hace una semana.

“El fuego avanza hacia el bosque, donde ya no hay comunidades, porque ha arrasado con las comunidades, con zonas de copaibo, cusi, la biodiversidad, la fauna, la flora, realmente no tengo palabras para explicar la extrema situación que se está viviendo en el territorio”, comentó.

Los animales huyen del fuego que arrasa su bosque

Revollo explicó que los animales que habitan en el bosque de Monteverde, de casi un millón de hectáreas de extensión, por lo general cuando ven vehículos “escapan”, sin embargo, ahora a causa de los incendios esperan a los motorizados para que les den agua, están lentos en su caminar y algunos están quemados.

“Animales que escapan de un lado a otro y no tienen refugio” porque los incendios están arrasando su habitad, el bosque, además porque el refugio en Concepción está totalmente colmado. “Son tejones, venados, aves que se han quemado sus alas y caballitos con sus espaldas incineradas”, entre otros.

Pidió la ayuda de especialistas en fauna, para colaborar en cómo atender a los animales que están llegando a los caminos desesperados por agua o heridos por las quemaduras.

El Hospital de Concepción está colapsado y no hay medicamentos básicos

Revollo informó que la humareda causada por los incendios está provocando complicaciones en la salud de los ancianos, niños y niñas, pero la situación es tan crítica que el Hospital de Concepción ya no tiene colirio ni ibuprofeno ni paracetamol, es decir medicamentos básicos.

“Hemos llegado a un punto que la alcaldía (de Concepción) no tiene plata para gasolina de las camionetas”, añadió.

Destacó, aunque con demora, la conformación de un Comité Interinstitucional de varias instituciones nacionales, departamentales y municipales, además de organización indígenas e instituciones como APCOB a cargo del monitoreo de los incendios.

Esta instancia ha habilitado un coliseo para asistir a los bomberos, pero también a los pobladores desplazados de sus comunidades por los incendios, en especial para quienes no tienen una Casa Comunal en la ciudad.

“Ya nos hemos organizado, pero se ha tardado mucho cuando el fuego ya ingresó. Lo que nos preocupa fundamentalmente son las comunidades, está haciendo lo imposible para que el fuego no ingrese al área poblada”, comentó.

No es suficiente el trabajo por tierra, es necesario atacar el fuego por aire

Revollo detalló que en esta época en la Chiquitanía el bosque está seco y no hay agua ni en los atajados, por esa razón “no se puede apagar el fuego con agua, sino a machetazos, con brechas, con contrafuego, no puede ser de otra manera, porque no existe agua ni para beber. Realmente es crítica la situación”, afirmó.

Recordó en que 2019, un año devastador para los bosques por los incendios, se utilizó un Supertanker para lograr sofocar el fuego.

“Tenemos que atacar por arriba. Hacer un trabajo de liquidación, tiene que ser por arriba y abajo, el fuego ha llegado a 15 a 20 metros de altura y ha quemado árboles”, describió.