Este martes, un grupo de jóvenes liderado por el bombero voluntario de Tarija, Josué Colque, marchó por las principales calles de la ciudad exigiendo al Gobierno que tome acciones más drásticas frente a los incendios que devastan la Amazonía y otras áreas del oriente boliviano.
Fuente: La Voz de Tarija
La protesta, que congregó a varios sectores juveniles y activistas ambientales, busca visibilizar la magnitud de la crisis ambiental y presionar a las autoridades para que adopten medidas urgentes.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
«Pedimos que nos ayuden, estamos en un desastre ambiental», declaró Colque, destacando la urgencia de que el Gobierno declare los incendios como un desastre nacional. La situación en la Amazonía ha alcanzado niveles críticos, con miles de hectáreas de bosques y fauna silvestre siendo destruidas por el fuego. Los jóvenes manifestaron su preocupación por la pérdida de biodiversidad y el impacto irreversible que esto tendrá en el país y el planeta. «Lo estamos perdiendo todo, nuestros bosques y fauna», añadió el bombero, con un llamado a la conciencia y a la acción inmediata.
La marcha no solo fue una protesta en defensa del medioambiente, sino también una demanda concreta: la derogación de leyes y decretos que permiten los chaqueos, una práctica agrícola que, según los manifestantes, ha sido uno de los factores que agravó la situación de los incendios. «Como juventud pedimos esto», subrayó Colque, instando al Gobierno a reconsiderar su política frente al uso del fuego en actividades agropecuarias.
Durante la movilización, los jóvenes llevaron pancartas y corearon consignas en defensa de la Amazonía y los animales que han sido calcinados por los incendios. La marcha también tuvo un tono solidario hacia las comunidades indígenas y rurales que han sido directamente afectadas por la crisis. «Nos sumamos en esta marcha en defensa de la Amazonía, en defensa de los animales que mueren calcinados allá en el oriente», expresó otro de los manifestantes, quien pidió mayor empatía y acción tanto del Gobierno como de la sociedad.
Con esta marcha, los jóvenes esperan que el Gobierno de Bolivia y la comunidad internacional tomen más en serio la gravedad de los incendios forestales, implementando políticas más estrictas de conservación y ofreciendo mayores recursos para combatir la emergencia. El llamado es claro: proteger el medioambiente no puede esperar.