La crisis climática y los conflictos amenazan la lucha contra enfermedades, advierte el Fondo Mundial

La lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria logró superar las secuelas que dejó la pandemia de covid, pero el cambio climático, los conflictos y la desigualdad amenazan los avances, advirtió el Fondo Mundial el jueves.

Una enfermera prepara una dosis de la vacuna contra la malaria en el inicio de una campaña de inmunización para niños en La Marie d'Adobo, en la ciudad de Abiyán de Costa de Marfil, el 15 de julio de 2024
Una enfermera prepara una dosis de la vacuna contra la malaria en el inicio de una campaña de inmunización para niños en La Marie d’Adobo, en la ciudad de Abiyán de Costa de Marfil, el 15 de julio de 2024 © Sia KAMBOU / AFP
Fuente: rfi.fr

Ginebra (AFP) – El Fondo Mundial, una gran colaboración público-privada creada en 2002, inyectó más de 5.000 millones de dólares en 2023 en la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, que matan a cientos de miles de personas cada año y afectan a millones más, según su informe anual publicado el jueves.

«En 2023, los programas de lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria financiados se recuperaron completamente» de las graves perturbaciones causadas por la pandemia de covid-19, señaló satisfecho el Fondo.



Sin embargo, el mundo sigue enfrentándose a «crisis como el cambio climático, los conflictos y la inestabilidad política, la erosión de los derechos humanos y los ataques a la igualdad de género, la resistencia antimicrobiana y los crecientes problemas económicos y de deuda».

La lucha contra la malaria ha registrado avances significativos, especialmente con la llegada este año de dosis de vacunas, pero es la enfermedad más afectada por el calentamiento global de los tres combates, prioritariamente el Fondo Mundial.

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Más mosquitos

El año pasado, el Fondo Mundial trató 171 millones de casos de malaria, pero el aumento de las temperaturas o las graves inundaciones permiten que los mosquitos lleguen a regiones antes demasiado frías o demasiado secas y se reproduzcan.

La malaria mata a más de 600.000 personas al año, el 95% de ellas en África, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el continente, casi el 80% de las muertes se producen en niños menores de cinco años.

Los conflictos que asolan las zonas donde la malaria es endémica también dificultan la lucha contra la enfermedad, señaló Peter Sands, director ejecutivo del Fondo Mundial.

A ello se suma la resistencia a ciertos insecticidas y tratamientos y la disminución de las cantidades disponibles per cápita para combatir la lacra transmitida por los mosquitos.

Estigma y coste

En cuanto al VIH, el Fondo posibilitó el acceso de 25 millones de personas al tratamiento antirretroviral, realizó casi 54 millones de pruebas de detección y prestó servicios de prevención del VIH a casi 18 millones de personas.

Pese a que el coste del tratamiento descendió drásticamente, Sands indicó que «la lucha contra las enfermedades es tanto una lucha por la justicia y la equidad como una lucha biomédica», denunciando el estigma y la represión que siguen sufriendo, con demasiada frecuencia, las personas portadoras del virus del sida.

El Fondo Mundial también señaló que un número récord de personas fueron identificadas -gracias especialmente a los avances en inteligencia artificial e imagen digital- y tratadas de tuberculosis en 2023 con su asistencia.

Más de 7,1 millones de personas con tuberculosis recibieron tratamiento, 121.000 fueron tratadas contra la tuberculosis farmacorresistente y 2 millones de personas expuestas a la tuberculosis recibieron tratamiento preventivo.

«Sin embargo, la tuberculosis farmacorresistente -una de las principales causas de mortalidad relacionada con la resistencia a los antimicrobianos- representa una amenaza creciente», indicó la organización.