La buena noticia de la conclusión de las obras y la inauguración del puente “Urubo Village”, recientemente denominado Cristóbal Roda Daza en homenaje a un notable cruceño, es sin duda alguna la mejor noticia que los cruceños hemos recibido en este último tiempo.
No es para menos, después de largos 8 años de interminables gestiones y angustiosa espera, desde el momento en que la empresa promotora del proyecto “Urubó Village S.A.” iniciara los trámites para ejecutar la construcción de la muy necesaria segunda vía de interconexión entre el municipio de Porongo y la capital cruceña. Hoy 30 de septiembre se materializa el viejo y anhelado proyecto que beneficia a toda nuestra comunidad. Porongo está de fiesta y debe estar toda la región metropolitana, a partir del 01 de octubre todos podremos hacer uso de esta magnífica obra, cuyo objetivo primordial es mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Hago propicia la oportunidad para referirme a la situación de las empresas constructoras y desarrolladoras en general y sobre todo aquellas establecidas legalmente, que trabajan enmarcadas en las normas y disposiciones de Ley. Creo que es necesario reivindicarlas por su importante contribución al desarrollo económico y social de los pueblos; muchos saben que es muy difícil hacer empresa en nuestro país y más aún mantenerlas a través del tiempo, muchas veces en condiciones particularmente desventajosas.
Permanentemente se las estigmatiza y confunde con ciertas actividades de otro carácter, es más, hay quienes sin ningún conocimiento se atreven a emitir juicios de valor absolutamente fuera de lugar. Es totalmente justo y encomiable que los empresarios realicen emprendimientos que están relacionados a cubrir necesidades de toda una comunidad, asumiendo altos riesgos financieros y de toda índole con la posibilidad de generar una rentabilidad razonablemente esperada.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Es evidente que son empresas con fines de lucro, no están cometiendo ningún delito, al contrario, están creando miles de fuentes de empleo en nuestro país, resolviendo un problema social que beneficia a todos y contribuyendo significativamente al progreso de toda una región.
Ahora le corresponde al gobierno municipal de Porongo con carácter de urgente aprobar el nuevo Plan de Ordenamiento Urbano y hacerlo cumplir estrictamente para que, el acelerado desarrollo que sucederá especialmente en el área urbana de este municipio, sea de forma ordenada y bajo el concepto fundamental de Desarrollo Sostenible.
Siguiendo con la necesidad de la construcción de puentes para unir al municipio de Porongo con el conjunto de la Metrópoli Cruceña, desde el ámbito privado se ha venido trabajando desde hace años para resolver un problema que debería ser resuelto por entidades estatales.
No nos olvidemos que es responsabilidad del Estado construir la infraestructura básica, en las que se incluye las obras viales, por lo que parece ilógico que entidades públicas construyan barreras a la inversión privada y lejos de aportar al bienestar de los bolivianos, pueden generar retrocesos que terminan afectando la productividad, el empleo y la sostenibilidad de nuestro crecimiento
Asimismo, no es correcto que se atribuyan responsabilidades a las empresas sobre incumplimiento de disposiciones medioambientales, es la Autoridad competente quien tiene la obligación de hacer cumplir estrictamente las normas vigentes. Seguramente cuando todos cumplamos debidamente el rol que nos corresponde, Bolivia se ubicará definitivamente entre los países con mejores condiciones de un mayor desarrollo en el concierto internacional.
Fernando Crespo Lijerón