Perón no podía postularse, las FFAA, la Iglesia, otros habían simplemente cerrado el paso al militar que desde Madrid usó lo que pudo para conseguir levantar el veto. En efecto, las FFAA le permitirían regresar siempre y cuando la Iglesia Católica le levantase la excomunión.
Entonces Perón urdió una estratagema, elegir Presidente a Héctor Cámpora, su leal seguidor, con el único fin de convocar a nuevas elecciones en las que Perón podría participar y ganar la Presidencia. Así fue Cámpora cumplió, convocó y Perón ganó y fue Presidente de Argentina.
Cuando Evo luego de ser prácticamente expulsado de México aterrizó en Buenos Aires, sesionó con el mismo grupo de asesores que había aconsejado a Perón sobre Cámpora, entonces desde Argentina Evo, ordenó la postulación de Luis Arce que en efecto ganó las elecciones y elegido Presidente, a diferencia de Cámpora no secundó las ideas de Evo, se negó una y otra vez a cumplir sus directivas… así transcurrieron más de dos años hasta que «no quise ser títere y actué con independencia» le escupió toda la verdad, «por tu interés personal quienes someter al Gobierno y luego al mismo pueblo, bajo la condición de ocupar otra vez, la Presidencia de Bolivia, «lo que no voy a permitir» y Luis Arce en corto discurso, justamente un día antes de iniciar Evo su asedio a Bolivia, le aclara y en esto sí, el pueblo le da la razón «cumpliré mi deber y haré cumplir la CPE, esto es «impedir el caos y la anarquía, evitar el desorden y contener la subversión».
O sea, al rebelarse ya en forma abierta y clara, que si hay bloqueos y otros excesos, el Gobierno actuará con fuerza para impedir que la violencia evista, interrumpa la normalidad.
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Así estamos, en medio de la crisis, de la carencia de dólares americanos, de aumento de la desocupación, del alza de precios y otros males, Luis Arce anuncia mano dura y a seguir trabajando según la Ley.