Cuáles son las razones por las que la Academia no ha reconocido aún algunas contribuciones a la ciencia que han ampliado el entendimiento humano y han cambiado la perspectiva en áreas como genética y biología humana.
Fuente: infobae.com
El Premio Nobel ha sido, por más de un siglo, el máximo reconocimiento en el ámbito científico, celebrando aquellos descubrimientos que han cambiado la manera en que entendemos el mundo. Sin embargo, no todas las grandes mentes auroras de avances científicos han recibido esta prestigiosa distinción. En la historia de la ciencia, existen logros que han transformado la vida humana, pero por distintas razones, como las limitaciones en las reglas de los premios o el hecho de ser innovaciones demasiado recientes, no han alcanzado el reconocimiento de la Academia Sueca.
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Cada octubre, cuando se revelan los laureados en física, química y medicina, la expectativa crece, pero también lo hace la curiosidad sobre aquellas contribuciones que, a pesar de su impacto innegable, aún no han sido honradas. Estos descubrimientos han revolucionado sectores enteros, desde la genética hasta la inteligencia artificial, pero la naturaleza colaborativa y los equipos masivos de trabajo detrás de ellos dificultan el reconocimiento individual que los Premios Nobel suelen exigir.
Hoy exploramos cinco de estos descubrimientos que han dejado una huella indeleble en la historia de la ciencia, al abrir nuevas fronteras en la comprensión del cuerpo humano, el tratamiento de enfermedades, y el desarrollo de tecnologías que cambiarán la forma en que interactuamos con el mundo.
5 grandes descubrimientos que no ganaron un premio Nobel
El primer genoma humano
El Proyecto Genoma Humano desencadenó avances en medicina personalizada y biotecnología, mapeando el ADN humano (EFE/Kai Försterling)
Uno de los logros científicos más ambiciosos e importantes de los últimos tiempos fue el mapeo del genoma humano, una empresa que comenzó en 1990 y se completó en 2003. Este monumental esfuerzo internacional, que involucró a miles de científicos de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Japón y China, desveló el código genético que define a la humanidad.
El Proyecto Genoma Humano fue mucho más que un hito en la biología. Ha permitido avances en áreas como la medicina personalizada, donde los tratamientos pueden ser diseñados a medida según la composición genética de cada paciente. También ha abierto puertas en la biotecnología y ha proporcionado una base esencial para entender y tratar enfermedades genéticas.
A pesar de su inmenso impacto, una de las razones para no haber sido considerado por el Nobel puede ser la naturaleza colectiva del proyecto: miles de personas estuvieron involucradas en su desarrollo, lo que contrasta con las reglas de la Academia que solo permiten honrar hasta tres individuos por premio.
Una revolución en el tratamiento de la obesidad
Medicamentos basados en GLP-1 han cambiado el tratamiento de obesidad, mejorando el control glucémico
El tratamiento de la obesidad ha dado un giro dramático en los últimos años gracias al desarrollo de medicamentos basados en la hormona GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1). Estos fármacos, como el semaglutide, no solo reducen el apetito, sino que también mejoran el control de la glucosa en sangre, lo que los convierte en herramientas cruciales para el manejo de la diabetes tipo 2.
El avance de estos tratamientos ha sido tan importante que tres de sus pioneros —Svetlana Mojsov, Dr. Joel Habener y Lotte Bjerre Knudsen— ganaron en 2024 el Premio Lasker-DeBakey de Investigación Clínica, considerado un indicador de futuros Nobel. Sin embargo, la Academia Sueca aún no les ha concedido este honor.
El impacto de estos medicamentos es indiscutible: con más de 650 millones de personas viviendo con obesidad en el mundo, estas terapias han dado esperanza a millones que luchan contra esta condición y sus complicaciones. Al igual que con el genoma humano, la colaboración masiva y la pluralidad de equipos involucrados complican el reconocimiento por el Nobel.
La inteligencia artificial y la biología: AlphaFold
AlphaFold, utilizando inteligencia artificial, facilita la predicción de formas proteicas complejas para la ciencia
La inteligencia artificial (IA) está redefiniendo las fronteras del conocimiento científico, y en ningún campo ha sido más evidente que en la biología con el desarrollo de AlphaFold. Este programa, desarrollado por Demis Hassabis y John Jumper de Google DeepMind, ha revolucionado la forma en que los científicos entienden las estructuras proteicas.
AlphaFold utiliza IA para predecir las formas tridimensionales de las proteínas a partir de sus secuencias de aminoácidos, un proceso que antes tomaba años de investigación experimental. En 2021, la publicación clave sobre AlphaFold fue citada más de 13.000 veces, lo que lo convierte en uno de los trabajos científicos más influyentes en la historia reciente.
Aunque Hassabis y Jumper han sido galardonados con el Premio Lasker y el Breakthrough Prize, se considera que la tecnología aún es muy reciente para recibir un Nobel. El campo de la IA aplicada a la investigación científica es todavía joven, y el comité del Nobel podría esperar a ver cómo se desarrolla esta tecnología en los próximos años.
El microbioma humano y su impacto en la salud
Jeffrey Gordon estudia el microbioma humano, revelando su papel en la salud y la nutrición (Shutterstock)
El cuerpo humano es hogar de trillones de microorganismos, colectivamente conocidos como microbioma humano, que juegan un papel fundamental en la salud y el bienestar. En las últimas dos décadas, el campo ha florecido gracias a los avances en la secuenciación genética, permitiendo a los científicos explorar cómo estos microbios influyen en todo, desde la digestión hasta el sistema inmunológico.
El Dr. Jeffrey Gordon, de la Universidad de Washington en St. Louis, es uno de los pioneros en el estudio del microbioma intestinal y de cómo este afecta la desnutrición en los niños. Sus investigaciones han sido fundamentales para desarrollar intervenciones alimentarias que mejoran la salud intestinal y combaten la desnutrición en casi 200 millones de niños a nivel mundial.
A pesar de la trascendencia de sus descubrimientos, Gordon aún no ha sido reconocido con un Nobel. Sin embargo, la creciente relevancia del microbioma en la medicina y la nutrición sugiere que este campo no será ignorado por mucho más tiempo.
Genes que causan cáncer: BRCA1 y el trabajo de Mary-Claire King
Mary-Claire King identificó la mutación del gen BRCA1, transformando la detección preventiva del cáncer de mama (Steven Dewall/Komen Foundation)
En la década de 1970, Mary-Claire King, genetista de la Universidad de Washington, revolucionó la forma en que entendemos el cáncer de mama y el de ovario al identificar la mutación del gen BRCA1. Su descubrimiento, que tomó 17 años de investigación, permitió desarrollar pruebas genéticas que hoy ayudan a identificar a mujeres con mayor riesgo de desarrollar estos tipos de cáncer.
Gracias a su trabajo, muchas mujeres pueden optar por cirugías preventivas y otros tratamientos que reducen drásticamente sus probabilidades de sufrir cáncer. El descubrimiento de King transformó el campo de la oncología y salvó miles de vidas, sin embargo, ella aún no ha recibido un Premio Nobel.
Esto no es un indicador de su relevancia o impacto. Por el contrario, se trata de avances que demuestran que la ciencia continúa moviéndose al ritmo de la vida humana: lenta y colaborativa, pero imparable.