Banco Mundial ratifica perspectiva de crecimiento para Bolivia del 1,4%; una de las más bajas de la región

Según un informe del organismo internacional, será Bolivia será uno de los países que menos crecerá en Sudamérica, ubicándose por encima solo de países como Argentina y Ecuador.

El Gobierno boliviano proyecta un crecimiento del 3,71%, cifra distinta a la lanzada por el Banco Mundial

Fuente: Unitel

 



Según el informe ‘Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento’ del Banco Mundial, se tiene una perspectiva de crecimiento para Bolivia del 1,4% para la presente gestión, ratificando así las previsiones del pasado mes de agosto.

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El reporte refleja que será Bolivia será uno de los países que menos crecerá en Sudamérica, ubicándose por encima solo de países como Argentina y Ecuador, que tendrán un crecimiento del -3,5% y un 0,3%, respectivamente.

Mientras tanto, el Gobierno nacional, en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2024, estimó que el país tendrá una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 3,71%.

Desde el Banco Mundial contemplan que persisten varios desafíos para los países de la región, tales como corregir los desequilibrios fiscales y reducir la deuda, recuperar el poder adquisitivo y retomar los avances logrados en reducción de la pobreza durante la década anterior.

“Tampoco se vislumbra la posibilidad de un crecimiento sustancialmente mayor, algo que ayudaría a enfrentar estos desafíos. La inversión, tanto pública como privada, sigue siendo baja, mientras que los datos sugieren que la región podría estar perdiendo el tren del nearshoring y el friendshoring”, reza el reporte.

Asimismo, se contempla que hay elementos de la inflación que siguen siendo inflexibles, con los precios de los combustibles y los alimentos por encima de su tendencia de largo plazo, por lo cual las reducciones en la tasa de referencia deben proceder de forma prudente.

Estos dos últimos términos se refieren la práctica de llevar las operaciones en el exterior a países cercanos o con buenas relaciones, así como también surgen preocupaciones en torno a una dimensión particular de la pobreza: la inseguridad alimentaria y el costo de la alimentación no saludable.