Consejo Forestal cuestiona que tras más de un año de avasallamiento no se logre liberar predio en San Miguel de Velasco

El vicepresidente del Consejo Forestal, Orlando Melgarejo, denunció que en el predio hay construidas estructuras metálicas y casas precarias. Precisó que por este avasallamiento hay grandes pérdidas porque en el lugar hay árboles de alto valor comercial.

Fuente: Unitel

Tras la denuncia de avasallamientos de predios forestales en el municipio de San Miguel de Velasco, en Santa Cruz, persiste la preocupación porque se libere el área tomada.



El vicepresidente del Consejo Forestal, Orlando Melgarejo, indicó que el predio afectado es de aprovechamiento forestal legal o como está establecido en la normativa boliviana, es una Tierra de Producción Forestal Permanente (Tpfp). Detalló que el predio es de 75.000 hectáreas y es administrado por una empresa que tiene un convenio con el Estado para el aprovechamiento por 40 años. Precisó que del total del predio, se comprobó que hay un desmonte en 700 hectáreas.

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Denuncian que un predio de más de 75.000 hectáreas está avasallado hace un año

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Para la empresa es muy difícil controlar esta cantidad de hectáreas”, sostuvo a tiempo de precisar que el avasallamiento se registró el 2023 y pese a que pasó más de un año, las autoridades no logran ejecutar el desalojo.

Denunció que en la actualidad en el predio hay un tinglado con estructura metálica, casas precarias y letreros que indican que hay una comunidad.

Melgarejo indicó que las autoridades que deberían ser las encargadas de desalojar el predio, señalan que cuando llegan al lugar no hay nadie. “Sin duda se filtra la información, esa es la excusa que pone la autoridad”, sostuvo a tiempo de aconsejar a las autoridades competentes colocar un punto de control permanente.

Agregó que en las imágenes de como está el predio en la actualidad se puede observar que hay acordonamientos para prender fuego. “Creo que los incendios son premeditados”, precisó.

Señaló que el avasallamiento provocó un daño económico, primero por la inversión que realizó la empresa y, por otro, por el desmonte en las orillas de especies de alto valor comercial, como el roble o el morado. “Estas especies tenían mercado, la empresa ya había realizado un censo para el aprovechamiento, perdió la inversión y el valor del aprovechamiento”, sostuvo.