Si hubo diálogo para recomponer el MAS, se rompió: el gobierno asedia al expresidente por las denuncias de conductas sexuales. El apoyo del Grupo de Puebla no lo exonera, La elección del nuevo Fiscal es clave
Fuente: El País de Tarija
La tesis del diálogo, si es que alguna vez alguien la tomó en serio, duró hasta el 1 de octubre, fecha en la que Sebastián Michel, cónsul en Venezuela y representante del arcismo, y Sacha Llorenti, agente plenipotenciario y escriba del evismo se encontraron en México en la posesión de Claudia Sheinbaum como nueva presidenta. Cuentan en su entorno que se sacaron trapos sucios desde la crisis del Tipnis en adelante y que justo después, la operación “cárcel para Evo”, ideada por el exministro de Justicia Iván Lima y con la fiscal departamental de Tarija, bartolina cercana a Julia Ramos como brazo ejecutor, obtuvo luz verde.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
La aprehensión del expresidente la abortó a última hora el Fiscal General, Juan Lanchipa, que cesó a Gutiérrez y deshizo su equipo, eso sí, luego de que una Acción de Libertad firmada por una juez en Santa Cruz, Lilian Moreno Cuéllar, que es además candidata al Consejo de la Magistratura, dejara sin efecto la orden por defectos de forma. Eso le dio pie a Lanchipa, aunque Gutiérrez tiene grabados todos los demás matices.
Hubo unas horas en que pareció que había sido el presidente Arce quien había desautorizado la estrategia, tal vez intentando salvar el diálogo comprometido una semana antes ante el mediador por excelencia del Grupo de Puebla, José Luis Rodríguez Zapatero, que detuvo la marcha de Evo hacia la plaza Murillo en la Cervecería aquel lunes 23 de septiembre luego de cruzar El Alto con violencia.
El Grupo de Puebla, que aglutina a gobiernos y altas personalidades de la izquierda Latinoamericana y sostiene principalmente al Centro Estratégico de Geopolítica (Celag), montó en cólera ante la ofensiva envolvente y se puso descaradamente del lado de Evo Morales a través de un comunicado de Alfonso Serrano, admirador confeso del expresidente, en el que acusaba al gobierno de manipular la Justicia.
El movimiento tiene una falta grave que le puede costar muy caro al lobby: el archivo fotográfico de Evo Morales con jovencitas es casi interminable y en la práctica, el expresidente ha reconocido tanto la relación con Noemi Meneses, que ya era mayor de edad en 2019 por muy aniñada que se la vea, como la paternidad que se le atribuye ahora en Yacuiba, y que ya afloró en 2020: “la familia es sagrada” respondió al ser preguntado sobre la veracidad de la información.
Morales y su entorno lo tienen difícil para salir de la presión mediática, pero es que además la exposición de Morales y sus voceros, utilizando argumentos jurídicos insostenibles o tratando de equiparar escándalos sexuales le auguran desastre: los incendios siguen fuertes y la crisis arreciará con la reciente escalada de los precios del crudo y los alimentos, pero tal vez no sea suficiente para desviar la atención sobre las supuestas perversiones sexuales del expresidente que llevan casi una década debatiéndose y sin esclarecerse.
Los tiempos
Esta vez sí podríamos estar ante la ofensiva final por el control del aparato del MAS, aunque siempre es venturoso decir eso. Es verdad que el plazo para el Congreso del MAS, enésimas veces modificado, empieza a apurar, pero hay otros más inminentes.
El primero, el de las elecciones judiciales del 1 de diciembre que vuelven a estar en el punto de mira tras la renuncia de varios candidatos. Desde la oposición se advierte que el proceso puede volver a caer por una razón: desde que los altos magistrados han visto su fecha de extinción acercarse, sus sentencias han dejado de ser radicalmente favorables al gobierno, empezando por el referéndum fallido.
La segunda tiene aún más peso, como ha quedado en evidencia: el proceso para ser Fiscal General está en sus días claves y la aritmética es caprichosa. Con la bancada del MAS partida casi en mitad, ni evistas, ni arcistas, ni oposición pueden nombrar por sí solos al Fiscal General, y en todos los casos se requiere de la oposición para alcanzar los dos tercios.
Todos son conscientes del poder que tiene el Fiscal General en un país en el que la audiencia cautelar es la que acaba dictando sentencias. Lanchipa ha metido en la cárcel a Luis Fernando Camacho y Jeanine Áñez, pero no a Carlos Mesa., y tampoco a Evo Morales. Para elegir al sucesor los dos últimos podrían volver a ponerse de acuerdo en una suerte de win – win, pero ver a Evo Morales en la cárcel es un oscuro objeto de deseo de la mayor parte de la oposición, así que pactar con Arce una agenda más amplia que incluya al Fiscal, ahora que se acordaron del estupro, puede resultar “un buen plan”, aunque tal vez demasiado caro.
Como sea, el día 22 de octubre está muy cerca.
El control de las cámaras, también a examen
Otra de las fechas clave que se atisba en el horizonte es la de la renovación de las directivas de Diputados y Senadores prevista para primeros de noviembre. Por el momento el gobierno ha mantenido el control de Diputados y Andrónico Rodríguez, evista de origen, se ha mantenido con el control del Senado.
En 2023 Andrónico ya tuvo que emplearse a fondo para lograr renovar el asiento ante la desconfianza de Evo Morales, al que no le gusta que se le señalen “sucesores”. Este año varias fuentes señalan que no lo apoyará ni aunque logre cerrar con la oposición, algo que manda una nueva señal. Andrónico se ha cuidado de aparecer al lado de Evo Morales en estas últimas semanas, especialmente desde que se revitalizó el tema del abuso sexual.
Fuente: El País de Tarija