El contratista Pablo Boselli creó una sociedad para fraccionar lotes y crear un barrio privado, pero algo no salió bien. Algunos jugadores como Diego Godín y Diego Lugano llegaron a un acuerdo, pero otros hicieron un reclamo millonario ante la Justicia uruguaya
El barrio privado Cumbres, en la Ciudad de la Costa de Uruguay, que generó diferencias entre el representante Pablo Boselli y ex futbolistas (Barrio Cumbres)
Fuente: infobae.com
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En la Ciudad de la Costa (departamento de Canelones, Uruguay), el Barrio Cumbres se ofrece como un country “único”, de “alta gama” y desarrollado en base a “estándares internacionales que garantizan calidad de vida”. Su construcción estuvo impulsada por el contratista de fútbol Pablo Boselli, pero en algunos aspectos el negocio no salió como se pensaba.
Fue en 2011 que el empresario y representante de futbolistas decidió invertir en este rubro, para lo que creó la sociedad anónima Milentur, que sería la propietaria legal del emprendimiento, informó este viernes El País de Montevideo. El contratista –padre de Sebastián, el actual jugador de Estudiantes de La Plata– salió a captar inversores que sean accionistas de la firma que creó.
La idea detrás del negoció era invertir dinero para fraccionar en lotes los terrenos, venderlos a futuros compradores y luego obtener una ganancia por la operación de ese barrio privado en Ciudad de la Costa (en el área metropolitana de Montevideo). La obra implicaba los caminos y la jardinería, la construcción de un Club House, una cancha de tenis, un servicio de transporte escolar y varios amenities.
El representante uruguayo de futbolistas Pablo Boselli (Punto Penal/Canal 10)
Ex futbolistas de la selección uruguaya como Edison Cavani, Diego Godín y Diego Lugano confiaron en el proyecto que les ofreció el representante. También invirtieron importantes sumas de dinero los ex jugadores Marcelo Romero, Fabián Cannobio y Gianni Guigou. Ellos compraron acciones de la sociedad, pero vieron que sus inversiones no generaban los resultados esperados.
Lugano y Godín llegaron a un acuerdo con Boselli por este caso, pero otros de los afectados siguieron otro camino.
La situación llegó a la Fiscalía de Delitos Económicos que está en la etapa previa de indagatoria por presuntos hechos ilícitos como pueden ser estafas y apropiación indebida, consigna el diario uruguayo. La Justicia uruguaya ya libró los oficios para conocer los movimientos contables y financieros de la sociedad anónima, entre otras informaciones necesarias para avanzar con la investigación.
Diego Lugano llegó a un acuerdo con el representante Pablo Boselli tras no haber recibido utilidades en una inversión
Pero más allá de la investigación penal, hay otra demanda presentada por la abogada Cristina Herdt –que representa a Cannobio y Romero– ante la Justicia Civil. En el escrito señala que Milenetur no generó ninguna utilidad para los inversionistas y aseguran que Boselli compró terrenos para su familia, pagó viajes al exterior, hoteles, combustibles y gastos de sus celulares con el dinero de la sociedad.
Cannobio y Romero le reclamaron a Boselli y a otras personas de su entorno el pago de USD 1,2 millones. El contratista les hizo una oferta económica, que fue considerada insuficiente por los ex jugadores.
En la última semana fueron a la sede judicial varias personas a declarar como testigos. El martes, por ejemplo, estuvieron ante la Justicia Civil Lucía Godín y Rosana Lugano, quienes aseguraron que sus hermanos no recibieron utilidades de parte de la sociedad creada por Boselli, pese a que invirtieron en la firma. Además, también aseguraron que el representante prometió desarrollar el predio en 50 hectáreas, pero solo logró hacerlo en 20.
Diego Godín también había invertido en el barrio privado desarrollado por Pablo Boselli (REUTERS/Kai Pfaffenbach)
A pedido del abogado de Boselli, Bruno Santín, declararon este jueves el ex presidente de Nacional Ricardo Alarcón y los futbolistas Walter Gargano y Gustavo Biscayzacú. Gargano –que jugó en Peñarol y pasó River Plate de Uruguay– dijo que vivía en el country, pero que desconocía cómo funcionaba la sociedad. Lo mismo expresaron los otros dos testigos.
La abogada de los denunciantes enumeró una lista de incumplimientos de parte de Boselli como administrador del predio. Según Herdt, hubo daños en derechos esenciales de los accionistas como el de la información, la participación y el voto, según El País. Tampoco existió una “rendición de cuentas amplia y detallada” desde 2015 en adelante, lo que significa que los accionistas no conocían los ingresos y los egresos de la sociedad.
El abogado de Boselli, en tanto, señaló que no hubo daños ni de parte de Boselli ni de parte de la sociedad Milentur. Además, sostuvo que los denunciantes nunca quisieron saber si la empresa dio ganancias y cuestionó que durante 15 años no aportaron. El representante dijo que está dispuesto a un diálogo con los denunciantes.