El bloqueo evista cumplirá 19 días este viernes en medio de amenazas, sin diálogo ni mediación. Cochabamba, en el centro del país, es el departamento más castigado por la medida de presión.
Fuente: El Deber
A pesar de los pedidos de tregua por Todos Santos, los campesinos que protagonizan los cortes de ruta en el trópico de Cochabamba anunciaron que mantendrán la medida de presión. En ese contexto, un exdirigente de esta región alertó que está en marcha una “subversión armada”, que podría generar muchas bajas ante un posible desbloqueo de rutas.
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“Sabemos cuándo llegaron algunos armamentos; que lo que se va a buscar es una automasacre. Entonces también van a buscar sangre para echar la carga a ciertos dirigentes y también al gobierno. Hay subversión armada en el país”, declaró este jueves el exdirigente de las Seis Federaciones del trópico de Cochabamba Gregorio Mamani.
Seguidores del expresidente Evo Morales cortaron las rutas de acceso a varias regiones del país, pero especialmente a Cochabamba. El campesino, quien conversó con periodistas en La Paz, lamentó que en su región se haya impuesto “una dictadura sindical”, que llegó a poner en riesgo su vida y la de su familia por “pensar diferente” a la dirección evista de su región.
19 puntos de bloqueo
Según el monitoreo del a Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), este jueves se habían instalado 19 puntos de bloqueo, 17 de ellos en Cochabamba. Por la tarde, los cortes de ruta subieron a 20 con la interrupción en Mairana tras un cuarto intermedio de tres horas.
En otros municipios cochabambinos la medida fue levantada hoy (31/10/2024), precisamente por la previsión del feriado de Todos Santos. Concretamente la protesta entró en pausa en Vinto, en el valle bajo, y Colomi, en la ruta que conecta la capital del valle con Chapare y Santa Cruz.
Según Mamani, la protesta -que ya lleva 18 días- entró en una fase orientada a buscar la convulsión generalizada, un extremo con el que no están de acuerdo varios de los dirigentes campes “Lo que se busca es enfrentar al pueblo. No es una reivindicación sana”, puntualizó.
La protesta evista está sustentada en un pliego presentado en septiembre con el que urge al gobierno de Luis Arce poner en marcha medidas económicas urgentes para restituir la circulación de dólares y la normal provisión de carburantes.
También exigen la derogación de varios decretos y la anulación de cargos penales planteados contra dirigentes evistas, pero especialmente contra Evo Morales a quien se le investiga por abuso a niñas y otros cargos vinculados con los excesos cometidos en puntos de bloqueo.
El expresidente no se presentó a declarar ante la Fiscalía por estos cargos. Sucedió el 10 de octubre y cuatro días después comenzaron los cortes de ruta que, en un principio, reclamaban por el proceso contra Evo Morales. En 18 días de bloqueos, 61 policías fueron heridos durante las operaciones fallidas de desbloqueo; uno de ellos está grave.
“Hoy día se está masificando (la protesta). El rito de los bloqueos es un rito gradual, no es de la noche a la mañana (que) vamos a hacer cinco puntos de bloqueo ¿Y cómo se alimenta el rito del bloqueo? Desafortunadamente, se alimenta a través de la sangre”, había advertido la pasada semana el exministro Juan Ramón Quintana.
Hace algunas horas, Morales advirtió que, en caso de ser detenido, habrá “un levantamiento” indígena y militar en su favor. La postura impactó en el escenario político, mientras la Policía y las Fuerzas Armadas se mantienen acuarteladas ante una eventual orden presidencial de desbloqueo, en los términos anticipados por el mismo Jefe de Estado hace algunas horas.
“El presidente Arce no va a poder levantar los bloqueos con policías”, señaló más temprano el exministro Carlos Romero, quien considera que la policía ha llegado a su límite y que intentar disolver las protestas con intervención militar solo generará mayor violencia. Además, aseguró que “es el pueblo el que se moviliza y no los evistas”.
En el curso de las últimas horas, dirigentes de la facción del MAS que apoya a Morales anunciaron que pedirán la renuncia de Arce, mientras que Romero apuntó a la posibilidad de instalar una mesa de diálogo económico en los términos planteados por el pliego de septiembre, un documento que se ha modificado mientras se cumplieron estos 18 días de protesta.