«Hay gente en casa con cadáveres. Hemos tenido que vaciar un supermercado»: el alcalde de Alfafar lanza un mensaje de desesperación tras el paso de la DANA


Juan Ramón Adsuara ha insistido en que se están empezando a producir saqueos y que la situación “es límite”

Varias personas permanecen junto a coches amontonados en una calle residencial tras las lluvias torrenciales que provocaron inundaciones, en Alfafar, Comunidad Valenciana, España. 31 de octubre de 2024. (REUTERS/Miguel Pereira)

Varias personas permanecen junto a coches amontonados en una calle residencial tras las lluvias torrenciales que provocaron inundaciones, en Alfafar, Comunidad Valenciana, España. 31 de octubre de 2024. (REUTERS/Miguel Pereira)

 



* Con información de EFE

Fuente: infobae.com

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“Nos tienen olvidados”. En Alfafar, un municipio de 20.000 habitantes al lado de Valencia capital, la situación es crítica: los residentes se han visto obligados a tomar medidas por su cuenta para sobrevivir tras el paso de la DANA que ha arrasado la provincia de Valencia y que deja ya al menos 160 víctimas mortales y un número indefinido de desaparecidos. Según declaraciones del alcalde Juan Ramón Adsuara al À Punt, la comunidad de vecinos de la localidad ha tenido que saquear un supermercado para repartir alimentos entre los vecinos, ya que la ayuda externa no ha llegado aún.

“Hay gente que está conviviendo con cadáveres en sus casas”, ha alertado Adsuara, quien ha hecho un llamado urgente a las autoridades y ha destacado que la población no ha recibido apoyo de servicios de emergencia como bomberos o Guardia Civil en varios días y que la situación se está volviendo insostenible. “No hemos visto un camión de bomberos, ni a la Guardia Civil, ni a la UME en días. Aquí no viene nadie”, ha subrayado.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha pedido la ayuda del Ejército para la organización logística de los rescates de los desaparecidos y la población que sigue aislada o se ha quedado sin nada.

Los estragos causados por el agua son incalculables y muchas localidades aún continúan aisladas. El alcalde ha expresado su preocupación por la falta de respuesta de las instituciones y la situación se ha agravado al punto de que algunos habitantes están conviviendo con cadáveres en sus hogares y la única presencia de seguridad en la zona ha sido la Policía Local y una patrulla de la Policía Autonómica.

Además, el alcalde ha advertido sobre el inicio de saqueos en la localidad, lo que ha llevado a los residentes a organizarse por su cuenta para abastecer el pueblo antes de que se descontrole la situación. Utilizando maquinaria propia y tractores, los vecinos están intentando despejar las calles para facilitar el acceso a recursos básicos. Adsuara ha enfatizado la urgencia de la situación, solicitando ayuda inmediata, ya que los suministros se están agotando: “Hemos tenido que vaciar un supermercado y repartir comida entre la población”.

“Cogemos nuestras propias furgonetas y nos vamos a València a comprar. Por favor, pedimos ayuda, se nos está acabando todo”, ha alertado.

Alfafar, Valencia (Google Maps)

Alfafar, Valencia (Google Maps)

“No hay agua y los supermercados están ya sin existencias”

La situación en Chiva, a 46 kilómetros de Alfafar tierra adentro, no es muy diferente. “No hay agua, no hay luz, no hay gas, apenas tenemos cobertura en los móviles para poder estar informados y los supermercados están sin existencias. Esto es horroroso”, relataba también a EFE Begoña Navarro, una vecina del municipio valenciano de Chiva, uno de los más afectados por la DANA.

Esta localidad batió el pasado martes un récord histórico de acumulación de agua, 491 litros por metro cuadrado en ocho horas, lo que puede caer en un año completo, que provocó el desbordamiento del barranco que atraviesa el casco urbano.

En el margen del mismo vive el suegro de su hermano, que “está vivo de milagro”. El agua se llevó la mitad de la casa y se salvó de ser arrastrado porque su mujer consiguió sujetarle con el cable de la televisión, pero tenía ya el barranco a los pies. Con la ayuda de varios vecinos lograron salvarle, cuenta.

El hermano de Begoña y su familia viven en uno de los edificios cuyos cimientos están siendo revisados por los técnicos, para asegurar que no hay peligro en los cimientos. Se han desalojado diez fincas de cinco alturas; hay gente que ha podido dormir en casas de familiares y otras han sido realojadas en el CEIP Martínez Culla.